EE.UU. redefine su poder naval: "Cuando surja un conflicto, pregúntense por portaaviones y acorazados"

El secretario de la Marina, John Phelan, remarcó la centralidad de la fuerza marítima como elemento disuasivo clave.

El secretario de la Marina de Estados Unidos, John Phelan, afirmó este lunes que en un escenario de conflicto, las dos preguntas estratégicas que deben hacerse son simples: "¿Dónde están los portaaviones y dónde están los acorazados?", subrayando el papel de esos buques como pilares de la proyección de fuerza y disuasión de Washington.

La declaración ocurrió en el mismo evento en el que el presidente Donald Trump anunció la construcción de "tres nuevos portaviones" y dos nuevos buques de guerra "muy grandes", que describió como los más grandes jamás construidos por el país. El primero de ellos llevará el nombre USS Defiant, según adelantó el mandatario, quien aseguró que la Armada estadounidense necesita "desesperadamente barcos" ante el desgaste de las unidades actuales.

En el acto, que compartió en Palm Beach (Florida) junto con el secretario de Guerra, Pete Hegseth, y el secretario Phelan, Trump sostuvo que los trabajos comenzarán "casi inmediatamente" y podrían prolongarse por al menos dos años y medio. Además, reveló que su objetivo es incorporar "varias decenas de barcos" dentro de una nueva 'Flota Dorada', destinada a renovar la capacidad naval del país y reforzar su presencia global.

Phelan, por su parte, ya había adelantado días antes el desarrollo de una nueva clase de fragatas, iniciando con el buque FF(X), que será construido por la empresa HII en Newport News (Virginia) y se prevé para 2028. Ese programa se integra en la misma estrategia de modernización naval anunciada por la Casa Blanca.