El presidente de Rusia, Vladímir Putin, mantuvo este lunes una conversación telefónica con su homólogo estadounidense, Donald Trump. Los mandatarios discutieron, entre otros temas, los resultados de la reunión que el domingo mantuvieron en Florida el inquilino de la Casa Blanca y el líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski.
"El presidente Trump concluyó una conversación positiva con el presidente Putin sobre Ucrania", escribió la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en su cuenta de X.
En la rueda de prensa conjunta tras la reunión de dos horas con Zelenski, centrada en el conflicto en Ucrania, Trump calificó las conversaciones de "estupendas", si bien admitió que persisten numerosos puntos a debatir. En concreto, el mandatario destacó que la cuestión del Donbass todavía no ha sido resuelta, aunque se ha logrado un progreso al respecto. "Es un gran tema, sin duda", afirmó, subrayando que se trata también de una cuestión "complicada".
Además, Trump afirmó que entiende la postura de su homólogo ruso, contraria a establecer un alto el fuego temporal, y que este prefiere buscar una solución duradera al conflicto. "Él cree que, miren, están luchando y que hay que parar y luego, si tienen que reiniciarlo, lo cual es una posibilidad, [Putin] no quiere estar en esa posición. Entiendo esa posición", agregó.
"Rusia quiere que Ucrania triunfe" y Putin no descarta "ayudar" al pueblo ucraniano una vez termine el conflicto, señaló el inquilino de la Casa Blanca. "Suena un poco extraño, pero [...] el presidente Putin fue muy generoso con Ucrania, incluyendo el suministro de energía, electricidad y otros productos a precios muy bajos", explicó.
Causas profundas del conflicto
El mandatario ruso ha indicado reiteradamente que, en primer lugar, hay que garantizar la seguridad de Rusia a largo plazo. Esta cuestión es especialmente importante en el contexto de las causas profundas del conflicto, a saber, la expansión de la OTAN, que Moscú percibe como una amenaza, y la violación de los derechos de la población rusoparlante en Ucrania, que el Kremlin insiste en proteger.
La propuesta de Moscú contempla que Kiev retire completamente sus tropas de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk y de las provincias de Zaporozhie y Jersón (incorporadas a Rusia después de consultas populares en 2022) y reconozca estos territorios, así como Crimea y Sebastopol, como sujetos de la Federación Rusa. Además, debe garantizarse la neutralidad, la no alineación, así como la desnuclearización, desmilitarización y desnazificación de Ucrania.
Sin embargo, no se trata solamente de encontrar una solución pacífica, sino también de concertar y firmar documentos internacionalmente reconocidos. Aquí surge el problema de la ilegitimidad de los dirigentes del régimen de Kiev, según Moscú. El mandato de Vladímir Zelenski expiró en mayo de 2024, por lo que los representantes del Poder Ejecutivo, que son nombrados por él, también son ilegítimos.