La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) quedó envuelta en un escándalo por sospechas de corrupción, luego de que el diario La Nación reportara el desvío de unos 42 millones de dólares a presuntas empresas fantasma, además de gastos suntuarios y no explicados en aviones, yates, mansiones, caballos pura sangre, entradas de teatro exclusivas y hasta servicios de peluquería.
El caso comenzó el mes pasado con otras denuncias sobre presuntos malos manejos en la institución, pero ya escaló de tal manera que este martes la justicia argentina allanó la casa de Javier Faroni, un empresario que trabaja para la AFA. También hubo operativos en la sede de la máxima institución del futbol en la Ciudad de Buenos Aires y en el predio oficial que tiene en la localidad de Ezeiza.
Causa AFA | Allanan la casa del empresario teatral Javier Faroni en un barrio cerrado de Tigre: investigan si transfirió US$400.000 a través de sus empresas a cuentas vinculadas a Pablo Toviggino, tesorero de la AFA. pic.twitter.com/KPadvGs64i
— TN - Todo Noticias (@todonoticias) December 30, 2025
En el centro de la polémica y de las investigaciones periodísticas y judiciales está TourProdEnter LLC, la empresa que cobra los ingresos para la AFA en el exterior. La firma está a nombre de la esposa de Faroni, Erika Gillette, y maneja millones de dólares debido al lucrativo negocio que representa la selección triple campeona del mundo.
Las revelaciones han provocado una crisis de imagen en el manejo del futbol argentino en un momento clave: menos de seis meses para el inicio del Mundial 2026 que se disputará en México, EE.UU. y Canadá. En esa justa, la selección albiceleste defenderá el cetro que obtuvo en Catar 2022.
TourProdEnter LLC tiene sede en EE.UU. y, de acuerdo con el análisis de los registros de sus operaciones durante los últimos cuatro años en bancos de ese país, sumó ganancias por 260 millones de dólares por el cobro de partidos amistosos, publicidad y derechos de transmisión de partidos, entre otros ingresos.
Anomalías
El problema es que, según las sospechas, al menos 42 millones de dólares se habrían desviado a cuatro empresas con sede en Florida que no tienen empleados, ni actividad comercial declarada.
Uno de los datos más llamativos es que los supuestos propietarios de la empresa son empleados en relación de dependencia que viven en Argentina, beneficiarios de programas sociales y deudores fiscales.
Además, otros 109,9 millones de dólares se habrían "triangulado" a un agente de valores de Uruguay que usó los servicios de las Islas Vírgenes Británicas, un territorio británico de ultramar catalogado como "paraíso fiscal" por sus laxas regulaciones.
Por otra parte, presuntamente la empresa gastó 16,6 millones de dólares en la compra y mantenimiento de aviones, yates, mansiones, caballos pura sangre, entradas de teatro VIP y servicios de peluquería premium, rubros que, a priori, nada tendrían nada que ver con el futbol.
Gran parte de esos gastos se habrían realizado poco después de que Argentina ganara la Copa del Mundo en Catar, en diciembre de 2022. En abril de 2023, por ejemplo, se pagaron 49.800 dólares para "servicios de equitación"; 76.000 dólares para rentar una villa de lujo en Ibiza y otros 60.000 en el alquiler de un yate. Ahora ya forman parte del expediente judicial.


