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En Reino Unido eres dueño de lo que callas y esclavo de lo que tuiteas
En el Reino Unido la Policía sigue de cerca los mensajes de los ciudadanos en Twitter, ya que una palabra tecleada en caliente puede llevar al autor a la cárcel.
Las redes sociales han impulsado revoluciones, han transformado la manera en la que nos comunicamos e incluso han servido para poner en marcha muchos proyectos. Pero últimamente se han convertido en un arma de las fuerzas del orden británicas.
"La Policía tiene el derecho legal de monitorear los tuits. Es más, dispone de una amplia potestad en cuanto a la vigilancia en base a la Ley de Regulación de los Poderes de Investigación, una norma draconiana de la legislación británica", explica el asesor legal Luke Gittos.
Tras el asesinato de un joven soldado de la Guardia Real en mayo de 2013 en Woolwich, los efectivos arrestaron a más de 10 personas en todo el país por sus mensajes racistas y xenófobos en Twitter. Esto fue una clara señal de que la Policía está teniendo en cuenta, y más seriamente que nunca, las redes sociales.
Twitter puede ser un territorio nuevo para las fuerzas del orden que pondría a prueba la comprensión de su actividad por parte de la población. Y aquellos ciudadanos que hasta ahora no conocían las posibles consecuencias de un mensaje malicioso ahora han sentido todo el peso de la ley.
Cada vez son más frecuentes los arrestos por haber usado esta red social de formas que las autoridades consideran ilegales. Estos casos han mostrado lo fácil que es entrar en conflicto con la ley y seguramente hacen que las personas tengan más cuidado con lo que dicen.
Pero otros procesos las detenciones se han basado en mensajes que simplemente eran confusos o bromas de mal gusto sin más. Es conocida la historia del joven al que arrestaron por escribir que iba a "hacer estallar" un aeropuerto porque su vuelo había sido cancelado.
Los datos obtenidos por RT denotan un número creciente de persecuciones por llamadas telefónicas, correos electrónicos o mensajes en redes sociales en Gran Bretaña.
Desde 2008 hasta 2009 se cursaron 1.929 denuncias por ese tipo de delitos, y entre 2012 y 2013 el número de quejas supera casi en mil esta cantidad, alcanzando la cifra de 2.913.
La legislación británica cree que se pueden presentar cargos si un mensaje es violento, encierra una amenaza que resulta creíble y si el que lo recibe es un claro blanco de las mismas. Pero no se puede cursar una denuncia si el mensaje es satírico, incluso si es ofensivo, chocante o alarmante.
Según el procedimiento, la Policía necesita un permiso para obtener cierta información, pero ni siquiera eso hace falta en el caso de Twitter, porque se trata de un foro público, completamente abierto.
Existe un claro peligro de que las normativas introducidas para prevenir provocaciones o actos de terrorismo en realidad sean utilizadas para restringir la libertad de expresión avalada por la ley.
Por su parte, los juristas también advierten a la población de que hay que tener mucho cuidado con lo que se escribe, ya que la Policía monitorea las redes sociales más que nunca.
"La Policía tiene el derecho legal de monitorear los tuits. Es más, dispone de una amplia potestad en cuanto a la vigilancia en base a la Ley de Regulación de los Poderes de Investigación, una norma draconiana de la legislación británica", explica el asesor legal Luke Gittos.
La Policía tiene el derecho legal de monitorear los tuits
Tras el asesinato de un joven soldado de la Guardia Real en mayo de 2013 en Woolwich, los efectivos arrestaron a más de 10 personas en todo el país por sus mensajes racistas y xenófobos en Twitter. Esto fue una clara señal de que la Policía está teniendo en cuenta, y más seriamente que nunca, las redes sociales.
Twitter puede ser un territorio nuevo para las fuerzas del orden que pondría a prueba la comprensión de su actividad por parte de la población. Y aquellos ciudadanos que hasta ahora no conocían las posibles consecuencias de un mensaje malicioso ahora han sentido todo el peso de la ley.
Cada vez son más frecuentes los arrestos por haber usado esta red social de formas que las autoridades consideran ilegales. Estos casos han mostrado lo fácil que es entrar en conflicto con la ley y seguramente hacen que las personas tengan más cuidado con lo que dicen.
Pero otros procesos las detenciones se han basado en mensajes que simplemente eran confusos o bromas de mal gusto sin más. Es conocida la historia del joven al que arrestaron por escribir que iba a "hacer estallar" un aeropuerto porque su vuelo había sido cancelado.
Aumento drástico de las denuncias
Los datos obtenidos por RT denotan un número creciente de persecuciones por llamadas telefónicas, correos electrónicos o mensajes en redes sociales en Gran Bretaña.
Desde 2008 hasta 2009 se cursaron 1.929 denuncias por ese tipo de delitos, y entre 2012 y 2013 el número de quejas supera casi en mil esta cantidad, alcanzando la cifra de 2.913.
La legislación británica cree que se pueden presentar cargos si un mensaje es violento, encierra una amenaza que resulta creíble y si el que lo recibe es un claro blanco de las mismas. Pero no se puede cursar una denuncia si el mensaje es satírico, incluso si es ofensivo, chocante o alarmante.
Según el procedimiento, la Policía necesita un permiso para obtener cierta información, pero ni siquiera eso hace falta en el caso de Twitter, porque se trata de un foro público, completamente abierto.
Existe un claro peligro de que las normativas introducidas para prevenir provocaciones o actos de terrorismo en realidad sean utilizadas para restringir la libertad de expresión avalada por la ley.
Por su parte, los juristas también advierten a la población de que hay que tener mucho cuidado con lo que se escribe, ya que la Policía monitorea las redes sociales más que nunca.
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