La Casa Blanca no impulsará una ley contra armas
La Casa Blanca no planea presentar al Congreso algún proyecto de ley para prohibir las armas de asalto, a pesar de la reciente petición del mandatario mexicano, Felipe Calderón,en su discurso a los legisladores norteamericanos.
Al mismo tiempo, las autoridades de EE. UU. reconocieron que es necesario "hacer más" para resolver este problema, informó Dan Restrepo, el asesor principal para Asuntos de Latinoamérica de la Casa Blanca.
El presidente Obama "ha dejado bien claro que piensa que tenemos que hacer más para cortar el flujo ilegal de armas de EE. UU. a México y nosotros tomamos y vamos a seguir tomando pasos para hacer exactamente eso", dijo el asesor. Sin embargo, la Casa Blanca todavía "no tiene previsto impulsar un proyecto de ley en el Congreso sobre este tema".
En su discurso, pronunciado ante el Congreso el pasado jueves 20 de mayo, Calderón instó a EE. UU. a prohibir de nuevo la venta de armas de asalto. Según el mandatario, "desde que terminó la prohibición de armas de asalto en 2004", se ha registrado "un crecimiento del poder de fuego de los grupos criminales en México".
De este modo, cerca de 23.000 personas murieron en México desde 2006, cuando Calderón lanzó la lucha contra narcotráfico. Durante los últimos tres años, 75.000 armas fueron confiscadas en el país y un 80% de ellas tenían su origen en Estados Unidos.
Las armas se llevan a México principalmente desde el territorio fronterizo de EE. UU., donde no hay ninguna limitación a su venta. Actualmente más de 7.000 tiendas donde cualquier ciudadano puede comprar armas automáticas y semiautomáticas, funcionan allí.
En el período de 1994 a 2004 el Estado norteamericano contaba con una prohibición que afectaba a 20 tipos de armas, que se estableció después de una serie de incidentes en escuelas y restaurantes estadounidenses, donde se utilizaron estas armas. Posteriormente la norma fue anulada. Los edictos de revocación argumentaban que la prohibición viola la Constitución de EE. UU., e insistían en que no mata una arma, sino el hombre que la utiliza, por eso no es necesario luchar en contra de las armas, sino en contra la delincuencia.