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Políticos occidentales se alzan en defensa del referéndum de Crimea
En medio del coro mayoritario de reacciones agresivas de Occidente por la reunificación de Crimea y Rusia, también hay voces que llaman a respetar la libre voluntad de los crimeos, quienes lograron su meta "sin derramar una sola gota de sangre".
De acuerdo con la opinión de Alan Grayson, congresista estadounidense del estado de Florida, que fue expresada durante las audiencias sobre la situación en Ucrania, EE.UU. debe reconocer que el proceso de autodeterminación de los pueblos de Crimea se hizo realidad pacíficamente gracias a las acciones de Rusia. Al comentar los ataques verbales contra Rusia de sus colegas políticos, el congresista afirmó: "La Federación de Rusia ha ayudado a los residentes de la península, porque no permitió la intervención militar del Ejército ucraniano en el proceso de referéndum y lo hizo sin derramar una sola gota de sangre, lo cual es un hecho".
Además, Grayson rechazó las opiniones que hablan de una actividad agresiva por parte de Rusia o la toma del poder en Crimea: "Pasó todo lo contrario. Debemos reconocer con satisfacción el hecho de que en algún lugar del mundo, el proceso de autodeterminación de dos millones de personas y la transferencia de poder se produjo sin derramamiento de sangre [...] En esto se basa el derecho fundamental de la autodeterminación. Esto es lo que ocurrió en Crimea", concluyó el congresista.
Mientras que el presidente Barack Obama insta a los miembros de la OTAN a aumentar el gasto militar, a pesar de la difícil situación económica, otra senadora demócrata influyente, Dianne Feinstein, afirmó que cree muy posible una solución diplomática a la situación de Ucrania.
Para Feinstein, de hecho, la cuestión de Crimea ya se resolvió. "Cualquier persona que estudie la historia de Rusia, sabe lo importante que fue y sigue siendo Crimea para Rusia. Crimea es predominantemente rusa", especificó la senadora en una entrevista televisiva. "El referéndum se celebró. Esto ya pasó. Pero Ucrania es otra cuestión", añadió Feinstein.
Al mismo tiempo, no todos los países miembros de la OTAN se apresuran a hacer caso a los llamamientos de Obama de aumentar las capacidades de combate en relación con los recientes acontecimientos en la península de Crimea y Ucrania. De acuerdo con el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, en lo que se refiere a Ucrania el Gobierno alemán debe actuar de acuerdo con los principios de solidaridad de la OTAN, pero al mismo tiempo, mantener "la cabeza fría" y no permitir que se empuje a Alemania hacia "una espiral de escalada militar".
Parece que tanto algunos políticos norteamericanos, como sus homólogos europeos, son conscientes de que los verdaderos intereses de Washington relacionados con Ucrania se encuentran lejos de las preocupaciones sobre el futuro de este país. Entienden, por lo tanto, que la situación es aprovechada por las elites norteamericanas como una herramienta para lograr sus objetivos en vísperas de las elecciones del Congreso de otoño y las siguientes presidenciales en el 2016. Por lo tanto, Obama, más bien, está ocupado no tanto con los temas indispensables de Ucrania, sino por su imagen ante los ojos de los electores como "líder de Occidente".
Además, Grayson rechazó las opiniones que hablan de una actividad agresiva por parte de Rusia o la toma del poder en Crimea: "Pasó todo lo contrario. Debemos reconocer con satisfacción el hecho de que en algún lugar del mundo, el proceso de autodeterminación de dos millones de personas y la transferencia de poder se produjo sin derramamiento de sangre [...] En esto se basa el derecho fundamental de la autodeterminación. Esto es lo que ocurrió en Crimea", concluyó el congresista.
Mientras que el presidente Barack Obama insta a los miembros de la OTAN a aumentar el gasto militar, a pesar de la difícil situación económica, otra senadora demócrata influyente, Dianne Feinstein, afirmó que cree muy posible una solución diplomática a la situación de Ucrania.
Para Feinstein, de hecho, la cuestión de Crimea ya se resolvió. "Cualquier persona que estudie la historia de Rusia, sabe lo importante que fue y sigue siendo Crimea para Rusia. Crimea es predominantemente rusa", especificó la senadora en una entrevista televisiva. "El referéndum se celebró. Esto ya pasó. Pero Ucrania es otra cuestión", añadió Feinstein.
Al mismo tiempo, no todos los países miembros de la OTAN se apresuran a hacer caso a los llamamientos de Obama de aumentar las capacidades de combate en relación con los recientes acontecimientos en la península de Crimea y Ucrania. De acuerdo con el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, en lo que se refiere a Ucrania el Gobierno alemán debe actuar de acuerdo con los principios de solidaridad de la OTAN, pero al mismo tiempo, mantener "la cabeza fría" y no permitir que se empuje a Alemania hacia "una espiral de escalada militar".
Parece que tanto algunos políticos norteamericanos, como sus homólogos europeos, son conscientes de que los verdaderos intereses de Washington relacionados con Ucrania se encuentran lejos de las preocupaciones sobre el futuro de este país. Entienden, por lo tanto, que la situación es aprovechada por las elites norteamericanas como una herramienta para lograr sus objetivos en vísperas de las elecciones del Congreso de otoño y las siguientes presidenciales en el 2016. Por lo tanto, Obama, más bien, está ocupado no tanto con los temas indispensables de Ucrania, sino por su imagen ante los ojos de los electores como "líder de Occidente".
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