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Japón cancela la prohibición de exportar armamento
El Gobierno de Japón ha puesto fin a su política de prohibición total de venta al extranjero de sus armas y tecnología militar, que fue inalterable durante casi medio siglo.
A cambio, el Ejecutivo nipón aprobó mediante un decreto especial los nuevos principios que determinarán el envío de armamento a otros países.
Las armas no se exportarán a los países que se encuentren en conflicto bélico o bajo sanciones restrictivas del Consejo de Seguridad de la ONU, reza el documento. Se autorizará la venta al extranjero del armamento solo en caso de que haga una "aportación en la causa de la paz y contribuya a garantizar la seguridad de Japón".
Las nuevas reglas exigen seguir de cerca el uso de las armas y las tecnologías militares japonesas con las finalidades declaradas y controlar su eventual transferencia a terceros países.
Las autoridades japoneses avisaron al mundo sobre sus planes de revisar su enfoque a las exportaciones de armas en febrero pasado. Citaban entre los objetivos 'nobles' de la medida el posible suministro de radares y otros equipos a Indonesia y Filipinas con el fin de acabar con la piratería en sus aguas, así como a otros países de la región con el objetivo de proteger a los buques petroleros que se dirijan a Japón.
"Esto es beneficioso para las compañías japonesas en lo que se refiere a su posible participación en el desarrollo y la producción conjunta y acceso a la tecnología punta", estimó el profesor de la Universidad Takushoku, Heigo Sato, en un comentario concedido a la agencia Reuters. "Si está usted en un mercado cerrado, como es el de la industria militar japonesa, obviamente se queda atrás en el desarrollo tecnológico".
En los meses previos a la cancelación del impedimento legal China en varias ocasiones exhortó al Gobierno japonés a no levantar la restricción.
Las armas no se exportarán a los países que se encuentren en conflicto bélico o bajo sanciones restrictivas del Consejo de Seguridad de la ONU, reza el documento. Se autorizará la venta al extranjero del armamento solo en caso de que haga una "aportación en la causa de la paz y contribuya a garantizar la seguridad de Japón".
Las nuevas reglas exigen seguir de cerca el uso de las armas y las tecnologías militares japonesas con las finalidades declaradas y controlar su eventual transferencia a terceros países.
Las autoridades japoneses avisaron al mundo sobre sus planes de revisar su enfoque a las exportaciones de armas en febrero pasado. Citaban entre los objetivos 'nobles' de la medida el posible suministro de radares y otros equipos a Indonesia y Filipinas con el fin de acabar con la piratería en sus aguas, así como a otros países de la región con el objetivo de proteger a los buques petroleros que se dirijan a Japón.
"Esto es beneficioso para las compañías japonesas en lo que se refiere a su posible participación en el desarrollo y la producción conjunta y acceso a la tecnología punta", estimó el profesor de la Universidad Takushoku, Heigo Sato, en un comentario concedido a la agencia Reuters. "Si está usted en un mercado cerrado, como es el de la industria militar japonesa, obviamente se queda atrás en el desarrollo tecnológico".
En los meses previos a la cancelación del impedimento legal China en varias ocasiones exhortó al Gobierno japonés a no levantar la restricción.
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