El jefe de las tropas de la OTAN en Afganistán se retira del Ejército
El general estadounidense Stanley McChrystal, recientemente destituido de su cargo como jefe de las tropas de EE. UU. y de la OTAN en Afganistán, anunció su retirada del Ejército.
McChrystal fue expulsado de su cargo tras criticar gravemente a funcionarios del Gobierno de Barack Obama en una entrevista realizada por la revista estadounidense Rolling Stone. El portavoz del Ejército estadounidense, coronel Tom Collins, dijo que el general había informado de su decisión de retirarse el lunes, pero que debía cumplir todavía algunas formalidades. Aún no está claro cuándo dejará el servicio oficialmente, ya que se trata de un proceso que puede tardar varios meses, precisa el diario Washington Post.
Tras destituir a McChrystal de su cargo la semana pasada, Obama inmediatamente nombró al general David Petraeus para asumir el mando en Afganistán. Este martes el general designado se presentará ante un panel del Senado que lo entrevistará y para confirmar si está cualificado para dirigir la guerra en Afganistán.
El año pasado, McChrystal fue ascendido al rango de general de cuatro estrellas y el 15 de junio de 2009 fue nombrado comandante en jefe de la ISAF en Afganistán y comandante en jefe del contingente militar de EE. UU. en el país centroasiático. Antes había ocupado altos cargos en el Estado Mayor del Ejército y había servido en Iraq. En 2003 participó en la operación de la captura de Saddam Hussein.
Durante el año que estuvo al frente de las tropas estadounidenses en Afganistán, McChrystal se reveló como un extraordinario estratega y fue elogiado por el mandatario afgano, Hamid Karzai, que también le echó un capote al general ante el presidente Obama cuando la administración de este último decidió la destitución de McChrystal.
En el otoño del año pasado, en su condición de máxima autoridad militar en el conflicto de Afganistán, McChrystal pidió a la Administración Obama el envío de entre 30.000 y 40.000 soldados al teatro de operaciones de Asia Central, bajo la premisa de que aunque “la situación es grave, el éxito es aún posible”. Finalmente, el presidente ordenó el envío de 30.000 soldados más, lo que supuestamente permitió hacer algunos progresos en la guerra. Desde hace algún tiempo McChrystal es conocido por su afición al empleo de un lenguaje franco y directo al referirse a la marcha de los acontecimientos, lo que finalmente terminó por arruinar su espléndida carrera militar.