El derrame de crudo podría impulsar la aprobación de una reforma energética

La nueva campana de contención de British Petroleum en el Golfo de México deja escapar el crudo. Así lo ha declarado el comandante de la guardia costera de EE. UU., responsable de erradicar las consecuencias de la fuga del hidrocarburo. La presión baja dentro del tapón y la presencia de partículas de crudo debajo de la base de la instalación han llamado la atención de los especialistas. El jefe de los guardacostas ha exigido que se determinen las causas de estos hechos. De lo contrario promete interrumpir la aplicación de esta nueva medida en el Golfo de México. Mientras tanto, la catástrofe ecológica está apresurando la aprobación de una reforma energética en EE. UU.

El largo camino hacia la recuperación tras la peor tragedia ambiental de la historia de EE. UU. y hacia la energía a precios accesibles podría empezar con una reforma que ponga fin a la 'crudo-dependencia' del país. Ahora la presión de la opinión pública estadounidense se centra en el debate sobre una reforma energética y el presidente Barack Obama ha estado buscando el momento para darle impulso.

"Durante más de tres décadas hemos tenido una dependencia de combustibles fósiles que no sólo ha causado altos niveles de contaminación, sino que también se ha convertido en una actividad sumamente costosa. Otros países se han dado cuenta de esta realidad. Hoy es tiempo de que nuestro país se dé cuenta de que la necesidad de una reforma energética es urgente. Es un reto que debemos asumir inmediatamente", anunció Obama.

Esencialmente el futuro proyecto de ley sobre energía incluiría una tasa sobre las emisiones de carbono. Pero lejos de ser una simple legislación impositiva, el plan también propone el término, a largo plazo, de la dependencia energética del petróleo crudo mediante el desarrollo masivo de energía renovable a través de tecnología hidráulica, solar o eólica.

Según el portavoz del Departamento de Energía de EE. UU., Richard Kidd, "existe un compromiso no sólo del Gobierno federal, sino del público estadounidense para dar curso a una reforma energética. Ahora más que nunca, el país está invirtiendo recursos en energía renovable. Por ejemplo, tenemos la mayor producción de energía eólica del mundo. Pero hace falta mucho más y esto es algo que reconocemos a largo plazo".

Por otra parte, el proyecto de ley de energía regularía las perforaciones en aguas profundas, como la que ha dado lugar al derrame tras la explosión de la plataforma Deepwater Horizon, gestionada por la petrolera BP, el pasado 20 de abril.

Otros aspectos de esta legislación también incluyen las tecnologías de ahorro energético en el hogar y la participación del gobierno federal en las políticas comunitarias orientadas a la renovación de recursos.

El ex presidente de EE. UU. Bill Clinton afirmó que "este proyecto podría cambiarlo todo. Desde la forma en que se utilice energía en el hogar, hasta la perspectiva con que se hacen negocios en el Mercado energético". "Creo que lo más importante es obtener el apoyo corporativo para el desarrollo constante de tecnologías y métodos para este propósito", declaró.

En teoría, el proyecto de reforma energética tiene todo el apoyo necesario, pero por otra parte, los intereses comerciales de las compañías petroleras, representados por la oposición republicana en EE. UU., podrían verse en riesgo y por tanto en conflicto con el cambio.