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EE.UU. reconoce que parte de las armas destinadas a los kurdos cayó en manos del EI
El Pentágono ha reconocido que parte de la remesa de armas y municiones que EE.UU. había enviado a la población kurda en Siria ha caído en manos de los milicianos del Estado Islámico.
El Departamento de Defensa de EE.UU. desmintió este miércoles las declaraciones anteriores de Washington acerca de que las armas siempre llegan a su destinatario, y ha admitido que dos remesas de un total de 28 cargas destinadas a los kurdos han acabado, de hecho, en manos de los terroristas.
"Ayer anunciamos que uno de nuestros fardos se perdió y fue destruido. Lo hemos revisado y hemos determinado que un segundo fardo también se perdió y que, probablemente, cayó en manos enemigas", dijo el portavoz del Pentágono, el coronel Steve Warren.
Este martes el Estado Islámico difundió un nuevo vídeo en el que aparece un yijadista que muestra varias cajas de municiones con marcas en inglés. En estas cajas se aprecian granadas y morteros que, supuestamente, iban destinadas a los kurdos de Kobani.
En vísperas del incidente, el viceconsejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, dijo en una entrevista con la CNN que la administración se siente "muy segura" cuando suministra por aire ayuda a Kobani. "Somos capaces de dar en el blanco en términos de alcanzar a las personas que queremos alcanzar", dijo.
Por su parte, el embajador de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin, comentó el incidente afirmando que la ayuda de EE.UU. que cayó, por casualidad, en manos del Estado Islámico podría haber evitado ese destino. El diplomático afirmó que no le sorprende el hecho y abogó por coordinar mejor las acciones con el Gobierno sirio y actuar sobre la base de las decisiones del Consejo de Seguridad.
Cabe recordar que Washington insistió en que el envío por vía aérea era de la mayor urgencia para que la población de la ciudad fronteriza de Kobani pudiera defenderse. La operación contra los terroristas del EI ya ha costado a aproximadamente 424 millones de dólares, según dijo el portavoz del Pentágono, el contraalmirante John Kirby.
"Ayer anunciamos que uno de nuestros fardos se perdió y fue destruido. Lo hemos revisado y hemos determinado que un segundo fardo también se perdió y que, probablemente, cayó en manos enemigas", dijo el portavoz del Pentágono, el coronel Steve Warren.
Este martes el Estado Islámico difundió un nuevo vídeo en el que aparece un yijadista que muestra varias cajas de municiones con marcas en inglés. En estas cajas se aprecian granadas y morteros que, supuestamente, iban destinadas a los kurdos de Kobani.
En vísperas del incidente, el viceconsejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, dijo en una entrevista con la CNN que la administración se siente "muy segura" cuando suministra por aire ayuda a Kobani. "Somos capaces de dar en el blanco en términos de alcanzar a las personas que queremos alcanzar", dijo.
Por su parte, el embajador de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin, comentó el incidente afirmando que la ayuda de EE.UU. que cayó, por casualidad, en manos del Estado Islámico podría haber evitado ese destino. El diplomático afirmó que no le sorprende el hecho y abogó por coordinar mejor las acciones con el Gobierno sirio y actuar sobre la base de las decisiones del Consejo de Seguridad.
Cabe recordar que Washington insistió en que el envío por vía aérea era de la mayor urgencia para que la población de la ciudad fronteriza de Kobani pudiera defenderse. La operación contra los terroristas del EI ya ha costado a aproximadamente 424 millones de dólares, según dijo el portavoz del Pentágono, el contraalmirante John Kirby.
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