¡Hacia la Olimpiada 2016 con unas favelas renovadas!
Río de Janeiro intentará refinar la imagen de 378 de sus favelas sin eliminarlas del mapa de la ciudad. El proyecto de la importante renovación está previsto por un nuevo plan urbanístico que deberá viabilizarse para el 2016 cuando Río acogerá los Juegos Olímpicos.
El programa ‘Morar Carioca’ es más bien una política social que de construcción. Dentro de la misma, el alcalde Eduardo Paes estableció una nueva clasificación y contabilidad de favelas: hasta ahora había más de 1.000, mientras que el nuevo plan cuenta con 625, 481 comunidades aisladas y 144 complejos.
Bien es verdad que con este programa se planificó demoler otras 123 barracas situadas en zonas de riesgo. Ya hasta los finales de 2012 las autoridades pretenden desalojar casi 13.000 familias que las están poblando. No obstante, cerca de 600 de estas viviendas se urbanizarían y rehabilitarían durante los próximos diez años.
El departamento de Conservación del Gobierno municipal, responsable por proveer los servicios públicos en el resto de barrios de Río, también se hará cargo del mantenimiento de estas edificaciones muy típicas para las más grandes ciudades de Brasil. El objetivo es que los habitantes de las barriadas lleguen a tener los mismos servicios y prestaciones que los habitantes de otras zonas.
“Vamos a urbanizar todas las favelas, pero el Ayuntamiento será cada vez más severo contra la creación de nuevas y la expansión de aquéllas existentes”, explicó su postura el alcalde.
Se consideró necesario delimitar los lindes de cada chabola, Según la Alcaldía, eso facilitaría el mantenimiento de la seguridad y todo el tipo de la actuación policial. Esta última ocupa una parte significativa del documento presentado por Paes. En particular, el programa establece la intervención en todas las construcciones restantes de Unidades de Policía Pacificadora, un cuerpo especial de la seguridad pública.
Es lógico que el proyecto exija de una inversión abundante, y el regidor local concretizó que ésta sería de 4.500 millones de dólares distribuidos a lo largo de los próximos diez años.