El infierno de Moscú
El sábado la concentración de monóxido carbónico en Moscú sobrepasó la norma en 6,5 veces debido al aumento de la cantidad de focos de incendios forestales y turberas en las últimas 24 horas. El territorio total de los incendios forestales aumentó en 15 mil hectáreas.
Para la lucha eficaz contra estos desastres naturales, a partir de hoy los equipos de bomberos del Ministerio de Situaciones de Emergencia van a trabajar 24 horas diarias para apagar los incendios de las turberas. Así, los bomberos tendrán ocho horas suplementarias para trabajar.
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, transfirió a las víctimas de los incendios 350 mil rublos de sus propios recursos, lo que puede ser un buen ejemplo a seguir por todos los funcionarios y cuidadanos compasivos.
Los incendios están desatados en más de 22 regiones de Rusia y más de 3.500 personas han quedado sin hogar.
Los incendios influyen en el normal funcionamiento de los aeropuertos capitalinos. Más de 50 vuelos no pueden salir o atterizar en los aeropuertos que están localizados en el sur de Moscú —Domodedovo y Vnukovo— debido a la baja visibilidad que no alcanza más de 400 metros. La mayoría de los vuelos atterizan en el aeropuerto de Sheremetievo al norte de la capital.