Brasileños exigen su derecho a burlarse de los políticos
El lanzamiento de la primera tanda de propaganda política con miras a los comicios presidenciales en Brasil marcó este martes el inicio de una campaña electoral ‘gráfica’ para promover a los candidatos. Pero por lo visto a los brasileños les esperan semanas de una cobertura bastante aburrida, pues la legislación del país veta cualquier tipo de bromas sobre los aspirantes a la presidencia y castiga a los que quieren oponerse a dicha ley.
La norma estipula que los periodistas de radio y televisión no tienen derecho a recurrir a montajes y otros trucos con vídeo o sonido para ridiculizar y burlarse de un candidato, coalición o partido.
“La ley no lo permite” y “así son las cosas”
Los políticos que podrían resultar afectados por la sátira de los medios sostienen que la ley es justa. Los simpatizantes de la medida aseguran que de esta manera cada uno puede competir en igualdad sin miedo a que su imagen sea tergiversada. El ex director del tribunal electoral, Fernando Neves, afirmó que “no se pueden hacer bromas que hagan quedar mal a un candidato. Así son las cosas. La ley no lo permite y considero que hay buenas razones para ello”.
Norma que atrofia la mente
Sin embargo los comediantes y humoristas son más propensos no asociar esto con las “buenas razones”, sino con los vestigios de la dictadura que según ellos pone en riesgo la libertad de expresión y mancha la reputación del país.
“¿Sabe de otra democracia en el mundo con normas como estas?”, preguntó Marcelo Tas, conductor del popular programa CQC en el que se burlan del mundo de la farándula. El periodista insistió en que en algunas ocasiones el humor político hasta podría favorecer una imagen positiva, ya que no siempre hace quedar mal a su ‘diana’. Recordó el paradigmático ejemplo del líder estadounidense Barack Obama, cuya popularidad empezó a crecer cuando empezó a participar en programas humorísticos.
El periodista Clovis Rossi calificó la ley como una “amenaza a la inteligencia del pueblo brasileño” ya que la medida sólo busca paralizar el derecho de los votantes a la información.
La sátira saldrá a protestar
La violación de la norma puede costar al infractor una multa de hasta 112,000 dólares junto con la cancelación de las licencias de transmisión a emisoras de radio y canales de televisión. Por el momento ha habido pocos casos de multas, pero resultaron suficientes como para que los medios empezaran a autocensurarse.
Sin embargo, los cómicos no se dan por vencidos. Para el domingo próximo planean realizar manifestaciones en todo el país para lograr que se reconsidere la ley que los priva de su derecho profesional: exagerar la realidad para hacerles a todos pensar diferente.
Lula, víctima de los cómicos
Pese a las duras restricciones y grandes multas, el mismísimo presidente saliente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, no consiguió salvarse del sarcasmo de los cómicos. Y lo más insólito es que los infractores quedaron sin castigo, pues fueron los caricaturistas venezolanos quienes se atrevieron a convertir a Lula en uno de los protagonistas más importantes de su serie de animación “Isla presidencial”, donde el líder brasileño sale junto con los presidentes de Bolivia, Venezuela y Argentina, entre otros países.