Se cumplen 70 años del asesinato de León Trotsky en México
El 20 de agosto de 1940 un tal Jacques Monard se presentó en la casa del exiliado político soviético León Trotsky en Coyoacán, México, haciéndose pasar por partidario y simpatizante suyo, y solicitó hablar con él unos minutos ya que traía su nueva monografía para mostrarle. Trotsky lo recibió en su despacho, se sentó a la mesa y comenzó a leer. En un instante Jacques Monard sacó un piolet de alpinismo del bolsillo de su impermeable y le asestó un fuerte golpe en el cráneo.
Hoy se cumplen 70 años de aquello. Revolucionario, escritor, un teórico lúcido, figura señera del movimiento socialista y jefe del Ejército Rojo en sus inicios, Trotsky se apartó de la revolución bolchevique por represalias del flanco estalinista que buscaba quedarse con el control total del partido y de la nación.
El exilio
La ruptura con la Administración estalinista no se hizo esperar. Primero Trotsky fue relegado por el partido y luego se vio obligado a exiliarse. En 1929 es expulsado a Turquía. Se escondió de los agentes de Stalin en Francia y Noruega hasta que en 1936 encuentra su último hogar en México. Lo ayudaron Frida Kahlo y Diego Rivera que intercedieron por él ante el entonces presidente, Lázaro Cárdenas, que le otorgó asilo.
Los revolucionarios locales lo recibieron con los brazos abiertos. Tras su exilio encabezó un movimiento de extrema izquierda conocido como 'trotskismo' y el concepto de la 'revolución permanente', que tenía como objetivo unir a la clase proletaria y de esta forma liberar a la humanidad de la explotación y de toda división.
Trotsky y Frida
Su periodo mexicano es más conocido por sus vínculos con la pareja Kahlo y Rivera. El primer tiempo de su estancia en el país, vivió en la casa de Frida. La pintora y el revolucionario no pudieron evitar los rumores sobre su posible romance. De este último romántico y apasionante amor del político hay mucho escrito. Puede que un enamoramiento fugaz entre el envejecido Trotsky y la joven comunista, hechizada por el carisma del gran revolucionario, tuviera lugar alguna vez. Sin embargo, nadie tiene testimonios documentales, pero se sabe que su esposa Natalia Sedóva insistió en que se trasladaran a la calle de Viena, en el barrio de Coyoacán. Luego Trotsky se distanció de Rivera, según los historiadores, por discrepancias políticas.
Las persecuciones y el asesinato
Mientras en Moscú a Trotsky en su ausencia se le dicta pena de muerte, al otro lado del océano el revolucionario va obteniendo cada vez más seguidores, lo que por supuesto asusta a Stalin, que centra todos sus esfuerzos para borrar la que consideraba abominable figura de la historia del país. Las persecuciones se extendieron no sólo a él, sino también a su familia. Su hijo fue fusilado, y la hija se suicidó en unas circunstancias que jamás quedaron del todo aclaradas.
El asesino de Trotsky fue identificado como el español Ramón del Río Mercader, un agente secreto del Departamento del Interior del Gobierno soviético. Lo condenaron a 20 años de prisión. Al salir en libertad, Mercader se mudó a Cuba y en la URSS lo nombraron 'héroe' del país, le proporcionaron una pensión y le otorgaron un apartamento a 15 minutos del centro.