La maldición del sacerdote
Un líder religioso radical muy conocido de Florida, Bill Keller, ha lanzado una gran campaña contra la construcción del centro musulmán en Nueva York, cerca del lugar de los ataques del 11 de septiembre de 2001. Según el New York Daily News, Keller comenzó a servir la misa no lejos del propuesto sitio de construcción, llamando a detener y castigar a los partidarios de la mezquita en la Zona Cero.
"Cuando decidieron construir una mezquita y predicar lo que yo considero una mentira de 1.400 años de infierno, decidí que alguien debía estar allí y predicar la verdad de la Palabra de Dios", dijo Bill Keller.
El clérigo es muy conocido por sus comentarios radicales, e incluso xenófobos. En su primera misa, celebrada el 5 de septiembre en el Hotel Marriott, criticó duramente a los iniciadores de la construcción de la mezquita y deseó a todos los involucrados en este proyecto "que se vayan al infierno". Como señala el periódico, cerca de 40 personas asistieron a ese primer sermón.
"El Islam nunca ha sido una religión que ame la paz. ¿Cómo se puede dar la mano a aquellos, cuyos hermanos mataron a miles de personas y enviaron sus aviones a las Torres Gemelas?", gritó Keller.
Keller también anunció que había comenzado a reunir fondos para la construcción de un 'Centro cristiano', en respuesta al futuro centro islámico.
Bill Keller es conocido por su intolerancia hacia los seguidores del Islam. El proyecto de la mezquita y el centro cultural de los musulmanes dividió a los estadounidenses en dos grupos antagónicos: algunos se opusieron a la profanación de la memoria de las víctimas de los terroristas musulmanes, mientras que otros argumentaron que no hay impedimentos legales para la construcción de una mezquita en Manhattan.
Por su parte, Terry Jones, un predicador del centro Dove World Outreach en Florida, está planeando otro evento, llamado "Día Internacional de quemar el Corán", en el que animará a la gente a incinerar el libro sagrado islamita. El evento será "en recuerdo de las víctimas caídas el 9/11 y como postura contra el mal del Islam", según su página de Facebook.
En agosto, el presidente de EE.UU., Barack Obama manifestó que no condenaba el proyecto, pero tampoco lo aprobaba. Esto provocó las críticas de la parte conservadora de la sociedad estadounidense y los representantes del Partido Republicano.