Polémica visita del Papa Benedicto XVI al Reino Unido
A las 10.30 hora local, el avión del Papa Benedicto XVI aterrizó en el aeropuerto de Edimburgo. Le recibió personalmente el príncipe Felipe de Mountbatten, esposo de la reina Isabel II de Inglaterra, acompañado de 30 soldados del regimiento real de Escocia.
Es la primera visita oficial de la cabeza de la Santa Sede a Albión en cinco siglos, desde la ruptura de las relaciones entre el Reino Unido y El Vaticano en el siglo XVI.
El viaje de cuatro días del Papa ha empezado en la capital de Escocia. Pasará el primer día en Edimburgo, y después se dirigirá a Londres y Birmingham.
El 76% de los británicos no quiere 'pagar' por la visita del Papa
La nación británica se encuentra dividida debido a la llegada del Pontífice al Reino Unido. Según los resultados del último sondeo, llevado a cabo por el centro de estudios Theos, el 76% de la población del país considera que los impuestos de los contribuyentes no deberían cubrir los gastos de la estancia del Benedicto XVI en Escocia e Inglaterra.
Se supone que la visita de Benedicto XVI costará a la caja del Estado unos 12 millones de libras esterlinas. La mayor parte de este dinero servirá para cubrir los gastos del servicio de seguridad. Ya se han movilizado miles de policías. El tráfico en las ciudades que visitará el Pontífice será paralizado.
Protestas contra la visita oficial del Papá en el Reino Unido
A pesar de la gran importancia que atribuyen a la visita los poderes oficiales, los políticos de la oposición y los civiles percibieron la llegada del líder de la Santa Sede negativamente. Según el mismo sondeo de Theos, el 24% “no apoya la visita del Papa”, el 49% está categóricamente en contra de su llegada, y sólo el 29% piensa que esta llegada será útil para Gran Bretaña.
Pocos días antes de la llegada del Papa, en la publicación The Guardian apareció una carta pública de protesta contra la visita oficial del sumo pontífice, firmada por decenas de actores, escritores científicos y políticos del país. En el documento se nombran como causas principales la política de Benedicto XVI, que provoca la mayor indignación de la sociedad inglesa: “la resistencia contra la difusión de los preservativos y, como consecuencia, contra el aumento de la población en los países más pobres; el incentivo a la enseñanza separada, la incapacidad de tomar medidas contra los múltiples casos de violencia infantil dentro de la organización”.
Esto último se discutió y se criticó en el país durante meses. Ya en abril pasado más de 10.000 británicos firmaron la petición contra la futura visita del Papa. El documento revela el descontento de la sociedad por la reacción de Benedicto XVI frente a los numerosos escándalos relacionados con los sacerdotes católicos pedófilos, que, a su punto de vista, no fue suficientemente dura.
Según los medios de comunicación locales, miles de personas tienen intención de organizar sus demostraciones el sábado que viene en la movilización 'Contra el Papa', que promete organizar un desfile de protesta de gran escala contra la política del Vaticano.
Benedicto XVI reconoce la falta de vigilancia en los casos de abuso
“La iglesia católica no ha sido suficientemente vigilante, veloz y decisiva" a la hora de afrontar los casos de abuso sexual a menores por parte de los sacerdotes. Lo declaró el Papa Benedicto XVI, contestando a las preguntas de los periodistas a bordo del avión, durante su vuelo a Gran Bretaña. “Para mí esta información fue un choque y me provocó una tristeza colosal. "Es difícil entender cómo esa perversión era posible en el ministerio sacerdotal, pues el sacerdote se prepara durante años para ser la boca y las manos de Jesús, el Buen Pastor, quien ama y ayuda a la verdad", dijo el sumo pontífice.
Benedicto XVI matizó que el status oficial de su visita es “nada más que una forma de cortesía por parte de la Reina de Gran Bretaña. En realidad no es una llegada oficial, sino pastoral.”
El Pontífice está seguro del éxito de su visita. “A pesar de los 'humores' anticatólicos, a la sociedad británica le es propia la tolerancia”, dedujo el Papa.