La senadora colombiana destituida se defiende de las acusaciones
La senadora colombiana Piedad Córdoba, que fue destituida e inhabilitada para ejercer cualquier actividad estatal durante 18 años, se ha defendido de las acusaciones.
La senadora liberal, que se hizo mundialmente famosa como mediadora en la negociación con los guerrilleros colombianos para liberar rehenes, es acusada por la Procuraduría General del país de mantener vínculos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
En una rueda de prensa Córdoba señaló que los contactos con la guerrilla fueron autorizados y eran conocidos por las autoridades colombianas. Añadió que se reunió una sola vez con Raúl Reyes, entonces número dos de las FARC abatido en el ataque de 2008 y que se entregó un vídeo de la entrevista concedida por el jefe del grupo a los órganos de seguridad colombianos.
En una entrevista a RT, Piedad Córdoba afirmó que su inhabilitación es un intento de criminalizar la acción humanitaria en Colombia y así exterminar la búsqueda de una solución pacífica del conflicto con la guerrilla. Asegura que hay fuerzas en Colombia que no están interesadas en que se acabe el conflicto ya que viven y se alimentan de él, por eso recurren a los métodos de persecución política.
Alex Sánchez, analista del Consejo sobre Asuntos Hemisféricos, señaló a RT que la destitución de la senadora está vinculada no sólo con sus posibles lazos con las FARC, sino también con su crítica tanto al Gobierno actual de Manuel Santos como al Gobierno de Álvaro Uribe.
Córdoba seguirá actuando en el Congreso colombiano mientras se analice la apelación de sus abogados defensores. Ella señaló que intenta llevar su caso ante organismos internacionales, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos.