La reunión de la OEA resultó en un "trámite"

La reunión de la Organización de Estados Americanos examinó el conflicto entre Costa Rica y Nicaragua y aprobó el documento, si bien este no tiene ninguna posibilidad de mejorar la situación. Como abiertamente declaró el canciller costarricense, solo fue un “trámite”.

El resultado fue previsto fácilmente, ya que Nicaragua desde el principio informó que no iba a asistir a ninguna de las sesiones dedicadas al problema. El país opina que "la OEA no es competente" para ocuparse de la cuestión, y que esta "será resuelta por la Corte Internacional de Justicia".

El documento final, aprobado por 24 a favor, 2 en contra y 5 abstenciones, se limita a un “llamado a las partes a ejecutar, de manera simultánea y sin dilación, las recomendaciones aprobadas” en la previa resolución, tomada el 12 de noviembre. Es decir, evitar poner a las Fuerzas en zonas donde su presencia pueda causar tensión.

Managua no reconoció la resolución previa y, por la razón ya mencionada, tampoco reconoce la decisión actual. Además, a la reunión asistieron solo dos de los ministros de Exteriores: el de Costa Rica y el de Guayana. Muchos de los otros cancilleres están en la Cumbre del Cambio Climático en Cancún.

A pesar de todo, el hecho no preocupó a Costa Rica, ya que ve la sesión como un "trámite necesario para llevar la cuestión a un nivel más alto, posiblemente, al Consejo de Seguridad de la ONU". Para llegar a él con un conflicto así es imprescindible previamente discutir el problema en las instancias regionales.

El conflicto comenzó el 21 de octubre, cuando Costa Rica, que no tiene Ejército desde hace 62 años, reportó que Nicaragua había vertido los sedimentos de un dragado ejecutado en el río San Juan y había invadido con sus fuerzas armadas el área costarricense de la Isla Calero.

Managua, a su vez, negó las acusaciones de daño medioambiental e indicó que los efectivos situados en el territorio de Nicaragua combatían contra los narcotraficantes.