Cesan los pagos de WikiLeaks, pero no de las organizaciones racistas
Los sistemas de pagos han dejado de hacer transferencias para el famoso portal WikiLeaks, que publica diferentes documentos relacionados con la actividad de instituciones norteamericanas. Al mismo tiempo, sin embargo, permiten sin problemas las operaciones de dinero para portales racistas, como el Ku Klux Klan, con total tranquilidad, alegando que no son asuntos suyos. Hoy en día, unos pocos segundos bastan para enviar dinero a esta organización.
¿Por qué las empresas financieras tienen esta política?
“Creo que se trata de un abuso. En Estados Unidos no se ha presentado ningún cargo contra Wikileaks. Pero las instituciones financieras del país, bajo la presión del Departamento de Estado, intentan asfixiar a este portal”, dice Jeff Paterson, miembro de la organización Courage to Resist.
El director del servicio de pagos por internet estadounidense PayPal ha declarado que recibió una carta del Departamento de Estado norteamericano donde se afirmaba que las filtraciones de WikiLeaks eran ilegales. El ejemplo de PayPal ha sido seguido por Mastercard y Visa. Varios senadores estadounidenses han felicitado esta decisión. Sin embargo, no ha habido ningún procedimiento legal.
El experto en relaciones públicas Sam Husseini afirma que “se considera una amenaza a la seguridad nacional. Y ahora todo el mundo en Estados Unidos tiene miedo y hace lo que se les dice. Es un error pensar que en Estados Unidos todo lo decide el dinero... el gobierno interviene en cuanto piensa que se trata de un caso de seguridad nacional”.
Más tarde PayPal negó que tomó la decisión de cesar los pagos porque se lo solicitó el gobierno estadounidense. Las explicaciones de Mastercard y Visa han sido más evasivas. Han declarado que habían decidido no aceptar pagos para WikiLeaks puesto que esta página web “alienta, promueve o facilita actividades ilegales y enseña cómo realizarlas”.
“Hay otro aspecto que parece increíble. Algunos afirman que la página web dispone de 250.000 documentos, pero WikiLeaks sólo filtró los cables que aceptaban publicar sus periódicos socios. Los colocaron sólo en sus páginas web. La selección de los textos se realizó en base a su legalidad”, dice Sam Husseini.
Esta selectividad de los diarios les hace sospechar a algunos que en realidad los periódicos en cuestión estén vinculados con la administración estadounidense.
El gobierno norteamericano no ha presentado cargos contra Julian Assange. Utiliza otra táctica: intenta asfixiar la página web económicamente. Sin embargo, cabe preguntarse: ¿por qué no lo hace con otras organizaciones, al parecer, mucho más peligrosas?