Se espera en enero un fallo sobre la casación de Jodorkovski
El expediente penal contra Mijaíl Jodorkovsky y Platón Lébedev que, según el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, representa un símbolo de los “problemas sistémicos del poder judicial en Rusia”, perece no concluirse con la lectura del fallo por un juez del Tribunal Jamóvniki de Moscú. La defensa de ambos apeló a la instancia de casación y busca nuevos recursos para abrogar la condena de 13 años y medio.
Durante los últimos meses, para no decir años, la causa de Jodorkovsky y Lébedev fue seguida con una enorme atención por la sociedad rusa y los observadores internacionales, un fenómeno que a veces se atribuía a una gran importancia que tenía el veredicto para el futuro del comercio en Rusia. Otros expertos y periodistas insisten en que el exmagnate petrolero y su cómplice consiguieron persuadir a todos de que ellos fueran perseguidos por sus convicciones políticas y su oposición al Gobierno de Vladímir Putin, y esta es la razón con la que se ha producido tanto alboroto acerca del pleito.
Este segundo proceso contra el multimillonario y su socio comercial fue por el robo de grandes cantidades de crudo y blanqueo del dinero que ganaron mediante su venta ilícita, no por sus opiniones particulares. Las acusaciones del extranjero respecto a la selectividad de la Justicia en Rusia, fueran fundadas o no, nunca cancelarían las pruebas —si hay bastante para una sentencia condenatoria— de un delito económico. Además, según admite un analista político del diario ruso Kommersant, Serguéi Strokan, “una persona puede ser inteligente, expresar claramente sus ideas, pero estos no son sinónimos de no-culpable".
“Es una tragedia para los condenados y sus familias”, admite Vladímir Semago, un político izquierdista y uno de los líderes del opositor Partido Comunista de la Federación Rusa en la década de los 1990, ahora dirigente de la empresa Energoimport. “Pero, en mi opinión, esta sentencia nos separará de las épocas anteriores. Los empresarios del futuro trabajarán de acuerdo con las leyes del país y no solo en base a sus relaciones personales. En los años noventa los negocios se basaban en relaciones que a menudo resultaban corruptas”.
Se espera que el veredicto en el marco de la demanda de casación sea formulado ya hasta los finales de enero. Los partidarios del magnate del extranjero intentaron ejercer una presión sobre el tercer poder en Rusia, a través de las autoridades estadounidenses y europeos. Así, horas antes de la Noche Vieja convocaron un mitin en la plaza Union de Nueva York, cuyos participantes exigieron “una reacción más concreta y más incisiva” por parte de la Secretaría de Estado.
Esto no impidió a que Jodorkovski hijo, que asistía al mitin neoyorquino a que expresara sus creencia en la misericordia de la Justicia rusa. “No esperábamos que el fallo al padre fuera máximamente rígido —dijo Pável—. Ahora espero que al examinar la demanda de casación el plazo de la condena sea suavizado. Es nuestra única oportunidad”.
Contestando a la pregunta sobre el caso de los exempresarios, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aseveró en una reciente rueda de prensa que las cortes rusas son independientes de cualquier impacto desde afuera. Lavrov prometió que ni críticas ni comentarios que lleguen del Occidente no influirían a las decisiones de los jueces. Recordó a los críticos que este fue el segundo proceso contra Jodorkovsky y Lébedev que permanecen recluidos desde 2003, y en ambos casos la culpa de los dos fue examinada por distintos turnos de juzgado y con eso fue totalmente probada.