La situación en Túnez sigue siendo inestable
Los disturbios y el caos en Túnez continúan tras la huida del expresidente Zine El Abidine Ben Ali del país. Las calles de la capital siguen presentando un peligro para la población civil.
El domingo la Policía detuvo a un grupo de gente que iba armada cerca de la oficina del Partido Demócrata Progresivo. Ellos resultaron ser ciudadanos de los países europeos, cuatro alemanes y dos suecos. Según reporta AP, posiblemente estuvieron cazando en Túnez ya que tenían consigo licencias de caza. Pese a eso, la policía les sacaron de las taxis, donde estaban, les golpearon y después fueron detenidos.
Por el momento no se conoce si han sido presentadas algunas acusaciones contra ellos. Esta actitud de las fuerzas gubernamentales se explica por la operación, que se libra contra los grupos armados. Ellos, según las autoridades policiales, usan los coches de ambulancia, coches arrendados y taxis para realizar ataques en distintas áreas de la ciudad.
Hay que notar, que poco antes de esos acontecimientos, informa EFE, fueron arrestados cuatro argelinos que viajaban en tres taxis, por razón de poseer fusiles de precisión en los maletines que llevaban consigo. Dos taxis más se pusieron a la fuga y tras la persecución y tiroteo sucesivo dos soldados fueron asesinados por las balas de los francotiradores. Por el momento las fuerzas de seguridad con el apoyo de un helicóptero se ocupan de neutralizarlos.
La posición del caos se caracteriza también con las informaciones totalmente contradictorias sobre la situación. Por ejemplo, mientras unas fuentes afirman, que en el territorio del palacio presidencial en Cartago la policía y las fuerzas armadas repelieron un ataque de un grupo numeroso de partidarios del expresidente, que trató de apoderarse del edificio, otras aseguran, que las fuerzas armadas del país realizan una operación para neutralizar a los participantes de la exguardia presidencial, refugiados en el palacio.
También existe divergencia en los datos sobre la salud del fotógrafo francés Lucas Dolega, herido el pasado viernes. Por la mañana apareció la información sobre su muerte, pero por la noche la negaron sus familiares, diciendo que se encuentra en estado crítico, pero todavía vivo.
El mismo domingo el exjefe de la seguridad del líder tunecino Ali Sariati fue detenido por acusación de organizar disturbios, vandalismo y pillaje por todo el país. Precisamente a él, según la mayoría de los testigos, pertenece la coordinación de los recientes ataques numerosos a las fuerzas gubernamentales. Se reporta que Sariati ya estuvo dispuesto a salir del país al ser arrestado.
Con la llegada de la noche, y del toque de queda, declarado por el Gobierno provisional, la situación parece calmarse. Concluyendo el día intenso, el primer ministro tunecino advirtió que las autoridades "no transigirán con aquellos que siembran el caos ni con los que atenten contra la seguridad del país".