Clases magistrales de adivinación en el zoo ruso
En el zoo de reptiles más grande de Rusia se puede adivinar el futuro con conejos, gallinas y hasta cucarachas. Los '12 días santos' ('sviatki') entre Navidad y el Bautismo de Cristo se destacan por una tradición no 'oficial' de rituales paganos, en los que se pide el futuro a las fuerzas oscuras y los animales.
El Exotarium de la ciudad Tula invitó este fin de semana a personajes de los cuentos folklóricos rusos como la nieta de Ded Moroz, Snegúrochka, la bruja Baba Yagá y el duende Domovoi, que ampliaron el tema de las supersticiones antiguas y modernas. Además, para dar un ejemplo a los animales que viven en el zoo, se mostró cómo pedir el futuro a un conejo, se explicó qué significa el color de las plumas de la gallina y se aconsejó qué hacer con los grillos para que se cumpla un deseo.
Así, el público supo que la gallina revela la felicidad familiar para las jóvenes: para adivinar si el prometido será rico o no, ponían en las épocas pasadas platos con pan y agua en el suelo, y también trozos de carbón, objetos pequeños de plata, oro o cobre. Después traían a una gallina a la habitación: se cree que si la gallina se acercaba al carbón, la joven se casaría con alguien pobre, pero si iba a beber agua, entonces, con un borracho. Ahora, si empezaba a picotear el pan o el anillo de plata, entonces la chica encontraría a un hombre acomodado... Si la gallina prefería el cobre, entonces el futuro esposo sería no solo perezoso, sino también un galanteador.
Sobre los grillos, existen creencias contrarias: unos destacan que estos cantantes monótonos traen la muerte a la familia, mientras otros insisten en que traen felicidad. Los últimos adivinan un deseo, susurrándolo a la oreja del grillo. Pero hay que recordar que, al igual que el saltamontes, los grillos tienen sus orejas en las piernas delanteras.
Como la mayoría de las adivinaciones, con la cucaracha se hace también a escondidas y por la noche. Y no es solo por el conocimiento 'sagrado' que debe llevar esta criatura, sino también por los problemas posibles que tedrá uno con sus vecinos, cuando lo vean analizando con excitación a este insecto.
Según la creencia común, si la cucaracha que uno cogió mueve sus patas, significa que todo el año estará lleno de quehaceres exitosos. Si mueve los bigotes, entonces uno obtendrá cambios en su vida, pero si no mueve nada, esto significa estabilidad en la vida. Si dobla las patas, entonces, uno tendrá problemas con los viajes, si es “azul, con cuernos y dice el pronóstico de tiempo, entonces, uno tiene que curarse del alcoholismo”, bromean las adivinadoras.
Si la cucaracha después de estar suelta corre en dirección recta, entonces, el año que viene uno elevará su posición en el trabajo, si va a la izquierda, significa éxito en los asuntos amorosos, mientras que si lo hace a la derecha, grandes gastos... y así.
Por otra parte, en el zoo de reptiles se celebra la exposición ‘Los conejos bajo el árbol navideño’, donde se pueden ver géneros raros de estos animalitos y votar por el ejemplar más interesante.
El Exotarium de Tula es uno de los zoo de reptiles más grandes de Rusia y además es el laboratorio básico de la Academia de Ciencias rusa. Fue inaugurado en 1987 y ahora posee una colección singular de reptiles, entre los que hay más de 500 tipos de serpientes, lagartos, tortugas, cocodrilos, así como escorpiones, escolopendras, anfibios y otros representantes de la fauna.