El Oriente Lejano de Rusia toma medidas preventivas
En el Oriente Lejano de Rusia, la región más cercana a Japón, que recientemente sufrió el terremoto y tsunami más devastadores de toda su historia, y donde la situación en la central nuclear Fukushima sigue siendo muy incierta, la población está alerta ante una posible catástrofe ecológica.
Los especialistas afirman que el nivel de radiación en el Oriente Lejano sigue siendo normal. Actualmente en la provincia de Sajalín, en la Península de Kamchatka y en la región de Primorie funcionan decenas de estaciones donde se toman pruebas radiológicas. Además, el Ministerio de Situaciones de Emergencia tomó la decisión de intensificar el control de radiación en Oriente Lejano. Si anteriormente solo lo realizaron los servicios terrestres, ahora los buques fronterizos y la aviación del Ministerio se sumarán al monitoreo constante.
Sin embargo, como informan los medios locales, los recelos de la población influyen también en muchos aspectos de la vida cotidiana. La amenaza de una catástrofe ecológica provocada por la crítica situación en las centrales nucleares de Japón, hizo a muchos habitantes de Oriente Lejano ruso perder la paciencia. En la isla de Sajalín se registra una alta demanda de remedios populares de protección del organismo contra la radiación, como los preparados que contienen el yodo y el vino tinto. Los equipos para la medición de radiación gozan también de una gran popularidad en la zona.
Para contener la creciente preocupación entre los residentes de las zonas fronterizas con Japón, el Ministerio de Emergencias de Rusia ha puesto en marcha un sistema especial que permite a los usuarios de la web ver los datos sobre los índices de radiación en directo.
En los colegios de Vladivostók cada día escolar inicia con una “reunión relámpago”, en la que los alumnos informan a sus compañeros sobre las noticias más actuales en el país vecino, sobre el nivel de radiación en Japón y en Vladivostók y sobre las medidas que hay que tomar en caso de emergencia, incluidos los de primeros auxilios.
En toda la región se toman medidas preventivas. Las autoridades de la compañía naviera del Oriente Lejano introdujeron el jueves las medidas de seguridad a un nivel elevado en los navíos de carga que constantemente viajan a Japón, con el fin de asegurar la salud de las tripulaciones y la seguridad radiactiva de las cargas procedentes de Japón.
Los ciudadanos de la región de Primorie fueron profundamente conmovidos por el siniestro japonés. El alcalde de Vladivostók (el centro administrativo de la región), Igor Pushkarióv, expresó sus condolencias al pueblo del País del Sol Naciente y dejó una inscripción en un libro especial en el consulado japonés. Numerosos vecinos también expresan su solidaridad con el pueblo japonés y no dejan de traer flores.
Los estudiantes de Vladivostók crearon un sitio en internet para recaudar la ayuda para los damnificados en los desastres naturales en Japón. El proyecto que se llama “Vladivostók reza por Japón” informa cómo se puede transferir dinero a una cuenta especial. Los recursos recaudados se entregarán después al Consulado general de Japón en Vladivostók.
Además, en todos los institutos de la ciudad se instalan “tablas de la memoria” especiales, en las que se podrá escribir palabras de condolencia y apoyo a las víctimas de la catástrofe. El 25 de marzo en la plaza que se encuentra frente a la Universidad Federal de Oriente Lejano los estudiantes encenderán velas para conmemorar a los fallecidos y desaparecidos en el desastre.