Canciller argentino viajará a Israel con familiares de víctimas de atentados de los 90
El ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Héctor Timerman, viajará el próximo 4 de abril a Israel acompañado de familiares de las 85 víctimas fatales del atentado perpetrado en 1994 contra la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires.
Según informó un miembro de la agrupación Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado a la AMIA, Sergio Burstein, se prevé que la delegación se reúna con el canciller israelí, Avigdor Lieberman, para discutir el transcurso de la investigación e intercambiar opiniones con respecto a la causa del atentado cuyos autores jamás han sido castigados.
“Se necesita apoyar y difundir el reclamo de los familiares y ver de qué manera se puede seguir presionando por el tema de los atentados para que Irán entregue a quienes son solicitados por la Justicia argentina”, subrayó Burstein.
A 17 años de la masacre el canciller argentino reconoció que el país “no ha logrado hacer justicia” por el ataque, aunque ratificó el compromiso del Gobierno nacional por esclarecer las circunstancias. “El Gobierno quiere expresar una vez más su vocación permanente de acabar con la impunidad”, declaró Timerman durante una reunión con los representantes del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Su declaración ha disipado los rumores acerca del posible cese de la investigación, provocados por un artículo publicado en el diario Perfil que habló de un supuesto acuerdo de Argentina con Irán para olvidar las masacres de los 90.
En esos años Argentina fue escenario de dos sangrientos atentados contra la comunidad judía. En 1992, una explosión en la Embajada de Israel dejó 29 muertos y 242 heridos. Dos años más tarde, en julio de 1994, un coche bomba estalló frente a la Asociación Mutual Israelita Argentina, segando la vida a 85 personas.
Los autores de las muertes no han sido detenidos. Tras la investigación del atentado en octubre de 2006 la fiscalía argentina declaró culpable al Gobierno de Irán y señaló al movimiento chií libanés Hezbolá como el ejecutor. La Justicia declaró en busca y captura a ocho ex altos funcionarios del Gobierno iraní que cumplían funciones en 1994. En 2003, el Gobierno argentino solicitó la extradición desde el Reino Unido del ex embajador iraní Hadi Soleimanpour, acusado de participar en la organización del atentado, pero el Gobierno británico rechazó la solicitud bajo el argumento de que las pruebas contra el diplomático no eran suficientes.
El partido Hezbolá niega haber tenido relaciones con la masacre, pero su vinculación fue confirmada también por documentos de WikiLeaks, que señalan al militante Ibrahim Hussein Berro como "autor material" del atentado.