Continúa la represión violenta de las protestas y el arresto de los opositores en Siria
Las detenciones de los participantes en el 'Día de la Ira' del viernes pasado en Siria, donde murieron y resultaron heridas decenas de personas, siguen sucediéndose. Pese a los llamamientos de la ONU y otras organizaciones internacionales a que cese la represión de las protestas ciudadanas en Siria, el régimen de Bashar al-Asad continúa llevando a cabo arrestos de opositores.
Decenas de miles de ciudadanos se sumarán en todo el país a una protesta generalizada que representa el desafío más grande hasta ahora para el Gobierno del presidente Bashar al-Asad, con la novedad de que las protestas se han extendido a las comunidades kurdas del noreste.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos denunció que tras las manifestaciones contra el régimen las Fuerzas de Seguridad sirias detuvieron a 21 personas en las ciudades de Deraa y Homs. En Deraa, cuna de las revueltas situada a 100 kilómetros de la capital siria, al menos cuatro manifestantes han sido arrestados, y otros 17 en la ciudad de Homs.
El Observatorio considera que los arrestos están relacionados con las protestas del viernes, en las que al menos 12 personas murieron por disparos de francotiradores, según los activistas, que aseguran que 10 personas murieron en Daraa.
En Douma, a las afueras de Damasco, aparte de las detenciones, los activistas hablan de por lo menos dos muertos y decenas de heridos. En una ciudad al sudoeste de Siria, grupos armados abrieron fuego contra civiles matando a una niña, según informan los medios locales.
Según cálculos de organismos de derechos humanos, desde el inicio de las revueltas en Siria hace dos semanas ha habido más de cien muertos y otros tantos heridos, entre ellos medio centenar de muertos en Deraa y una veintena en Sanamein.
Además, al menos cinco personas murieron el viernes en este país y decenas más resultaron heridas por las Fuerzas de Seguridad en la represión con disparos de una manifestación pacífica.
Ammar Qurabi, activista de la Organización Nacional de Derechos Humanos, cifró en 24 los detenidos en las últimas horas en Damasco, Douma y Homs.
Según la organización de derechos humanos Human Rights Watch, al menos 61 manifestantes han sido abatidos por las Fuerzas de Seguridad en Deraa y los alrededores desde el 18 de marzo. Algunas fuentes aseguran que se dan grandes manifestaciones en diferentes regiones del país, pero los medios sirios progubernamentales no confirman estos datos.
El Observatorio exigió a las autoridades la puesta en libertad de los que llamó "presos de conciencia y de opinión", y también que paren "las detenciones arbitrarias de los opositores políticos, así como de los activistas de derechos humanos".
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó los actos de violencia en Siria y pidió al Gobierno de Damasco que cumpla con sus obligaciones internacionales sobre los derechos humanos. El máximo responsable de Naciones Unidas lamentó igualmente el uso de la violencia en esas manifestaciones pacíficas y pidió a las autoridades sirias que "paren inmediatamente" esas acciones. El secretario general reiteró su llamamiento al Gobierno sirio "para que cumpla con sus obligaciones internacionales de los derechos humanos".
Ban Ki-moon recordó al Gobierno del presidente Asad que, si bien toma nota de sus intenciones de poner en marcha reformas gubernamentales, "está convencido de que no hay alternativas al diálogo inmediato y global para tratar las legítimas aspiraciones del pueblo sirio".
Los grupos de oposición sirios llevan protagonizando protestas en el país desde el 18 de marzo para exigir reformas políticas al régimen de Bashar al-Asad, que lleva once años en el poder desde que sucedió a su padre, Hafez al-Asad.