Brasil despide a las víctimas de la tragedia en la escuela primaria
Dos mil personas asistieron al entierro de las víctimas de la masacre en una escuela primaria en Río de Janeiro. El entierro se celebró en el Cementerio de Murundu, en Padre Miguel, zona oeste de Río de Janeiro.
El equipo médico del Programa de la Salud de Familia, que acompañaba a la ceremonia, atendió a 142 personas que se sintieron mal, de las cuales 13 fueron llevadas a clínicas y hospitales. Una familiar de avanzada edad de una alumna muerta sufrió un infarto y la madre de otra tuvo un accidente vascular cerebral.
El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, que también asistió al funeral, dijo: “Esta es una tragedia que conmovió la ciudad. Nada de lo que podamos hacer devolverá a los niños. Todo lo que podemos hacer ahora es ofrecer consuelo a las familias, y eso es lo que estamos haciendo aquí.” Un helicóptero de la Policía arrojó pétalos de rosas blancas sobre los dolientes.
Los miembros de la banda irlandesa U2, que se encuentran en Brasil para tres conciertos de su gira “360º Tour”, se reunieron hoy con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, expresaron su dolor por el asesinato y oraron juntos por las víctimas inocentes en la capilla del Palacio de Alvorada, la residencia oficial de la presidenta de Brasil.
Mientras el país está de luto, declarado oficialmente por la mandataria de Brasil, la Policía sigue investigando la tragedia. La cuestión principal es de dónde procedían las armas con las que el joven realizó la masacre en la escuela.
Diez niñas y dos niños de entre 12 y 15 años murieron a balazos este jueves dentro de su escuela, la mayoría alineados contra una pared donde Wellington Oliveira, de 23 años, les disparó en la cabeza desde corta distancia. Llevaba dos revólveres y, después de ser acorralado por los policías, se suicidó. Por lo menos otros 12 estudiantes resultaron heridos en la escuela pública Tasso da Silveira, dos de los cuales están graves.