Bashar al-Assad promete suspender el estado de emergencia vigente en Siria desde 1963
El presidente de Siria, Bashar al-Assad, en su discurso dirigido al nuevo Gobierno y al pueblo, prometió cancelar a inicios de la semana que viene el estado de excepción en el país, vigente desde 1963.
Sin embargo, Assad subrayó que las nuevas leyes no serán blandas con los que desestabilizan Siria. La prioridad de esta nueva política según el presidente estará orientada "al fortalecimiento de la estabilidad" en el país.
El mandatario puso ante los ministros la tarea de "recuperar la confianza de los ciudadanos en el Gobierno". Entre las cuestiones de primer turno Bashar al-Assad llamó a la elaboración de la legislación que sustituirá al estado de excepción. El último plazo de esta iniciativa es la semana que viene. La cancelación de las leyes de excepción se hará de cara a "la protección de la seguridad del país y la dignidad de los ciudadanos".
Luego seguirán los proyectos de ley que se refieren a la pluralidad de partidos, la libertad de reunión, los medios de comunicación, la reforma judicial y la lucha contra la corrupción. "Todo esto ensanchará la participación de las masas en los asuntos estatales y dará la posibilidad de la iniciativa libre", precisó Asad.
El mandatario sirio indicó que "para superar la quiebra que apareció es necesaria la estrecha colaboración del Gobierno con los ciudadanos y la transparencia total de su actividad".
"Los sirios somos un pueblo civilizado, y si se nos cuentan sinceramente todos los problemas, se percibirán con comprensión", señaló el presidente.
"Todo el país sobrevivió con dolor el reciente derrame de sangre. [Tenemos que] calificar como mártires a todos los muertos durante los recientes acontecimientos", declaró Assad, recordando sobre "los incesantes complots contra Siria, que sigue un rumbo independiente".
Los disturbios sirios comenzaron en Deraa, la ciudad fronteriza con Jordania, el 18 de marzo. El empuje para las manifestaciones fue el arresto de un grupo de escolares que escribieron consignas antigubernamentales en los muros. La gente salió a las calles con la exigencia de que los liberaran. Más tarde los disturbios se extendieron a otras zonas del país. Los participantes en las manifestaciones exigen reformas económicas y políticas. Según los datos no oficiales, en las protestas han perecido más de cien personas.
El 14 de abril en el país se formó un nuevo Gobierno. Previamente el presidente Bashar al-Assad declaró que eran necesarios cambios políticos en el país.
Mientras tanto las manifestaciones masivas en Siria continúan. En la ciudad de Homs los manifestantes apalearon y apedrearon hasta la muerte a un policía. Más de cuatro mil personas salieron a las calles de Homs después de la oración tradicional. La policía se vio obligada a aplicar la fuerza para dispersar a los manifestantes que iban por la ciudad con los gritos '¡Libertad!'.
Previamente se registraron manifestaciones en las ciudades de Latakia, Aleppo, Idlib y en los suburbios de Damasco.