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Franceses califican a Sarkozy como el líder más desagradable de la Quinta República

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Los ciudadanos franceses critican la política de Nicolas Sarkozy por su posición en el conflicto libio. Según los resultados de las últimas encuestas, los franceses coinciden en la opinión de que Sarkozy es el “presidente más desagradable de toda la historia de la Quinta República”. La culpa, com
Franceses califican a Sarkozy como el líder más desagradable de la Quinta República

Los ciudadanos franceses critican la política de Nicolas Sarkozy por su posición en el conflicto libio. Según los resultados de las últimas encuestas, los franceses coinciden en la opinión de que Sarkozy es el “presidente más desagradable de toda la historia de la Quinta República”. La culpa, como lo explican los mismos galos, sería la intervención de Francia en el conflicto interno de Libia, siendo el primero de todos los países occidentales en enviar sus aviones al cielo libio.

Muchos franceses, entre los que también se incluyen varios políticos, están tan decepcionados con la gestión de su mandatario que rechazan que represente a la nación. El integrante del partido Frente Nacional, Ludovic De Danne, explica que “no fue Francia quien tomó la decisión, sino el actual presidente electo Sarkozy a quien apodamos el general Pinocho”.

El sitio del bloguero Pierre Victor Bainier, quien protesta contra la guerra en Libia, recibió una avalancha de comentarios de respaldo de internautas de EE. UU. y Oriente Medio.

“La imagen de Francia es realmente mala. Desde que creé esta página recibo mensajes de los tunecinos, egipcios, libios que se preguntan por qué los franceses bombardean a esta gente que ni siquiera conoce”, dice Pierre Victor.  

Muchos ahora critican la postura francesa por su particular modo de tratar a los grupos étnicos. Aún están muy presentes las políticas llevadas a cabo el pasado año con los ciudadanos gitanos del país. Los disturbios en los suburbios parisinos, que mantuvieron en vilo durante semanas a las fuerzas de seguridad, así como las declaraciones del ministro del Interior, Claude Guéant, en las que calificó a los musulmanes como un problema, tampoco favorecen la imagen del gabinete presidencial.

“La sociedad francesa es blanca, masculina y rica. Para ellos cualquier otra persona es considerada infrahumana y debe ajustarse a su civilización”, dice el músico Saidou.

Antes lo primero que a uno se le ocurría a la hora de ir a Francia era el vino, la Torre Eiffel y una escena romántica. Pero en la actualidad hasta los más "valientes" se quedan estupefactos ante las medidas que es capaz de llevar a cabo el Gobierno francés.

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