EE. UU. erradica la censura en otros países y la aplica en su propio territorio
El Gobierno de EE. UU. anunció una inversión de 19 millones de dólares en actividades destinadas a la lucha contra la censura en Internet en China e Irán. El anuncio se produjo unos meses después de que el Departamento de Estado incluyera la libertad de acceso a Internet en la lista de los derechos humanos básicos que EE. UU. intenta proteger a escala mundial.
Sin embargo, varios datos apuntan a que no solo los regímenes represivos desconfían de la capacidad de autorregulación de Internet; algunos Estados democráticos también suelen recurrir a ciertas restricciones en el ciberespacio o a una censura encubierta. El Gobierno estadounidense no está ajeno a esta práctica que pone en tela de juicio su papel como garante de la libertad.
Proyecto de ley para un "apagón presidencial"
Una de las controversias que desató el debate sobre la libertad de expresión en la Red en Estados Unidos ha sido el proyecto de ley Protecting Cyberspace as a National Asset Act (Ley de Protección del Ciberespacio como Bien Nacional, PCNAA), que está siendo examinado en el Congreso estadounidense. La propuesta fue presentada en verano pasado y pretende darle al presidente del país el poder para cortar la conexión de Internet en situaciones de emergencias tales como ciberataques masivos. En caso de ser aprobada la ley, los operadores de Internet, los motores de búsqueda y los fabricantes de software seleccionados por el Gobierno estarán obligados a cumplir "inmediatamente", y bajo riesgo de multa, las medidas de emergencia impuestas por el Departamento de Seguridad Nacional.
COICA, medida que censura la piratería
Otra discusión fue generada en un intento de lidiar con la piratería en línea. La pregunta es ¿hasta dónde es posible llegar defendiendo la propiedad intelectual sin poner en peligro la libertad digital? El Comité Judicial del Senado aprobó un proyecto legislativo para bloquear todos los sitios en Internet que se dediquen a facilitar descargas ilegales y a la venta de productos falsificados. La legislación, conocida por sus siglas en inglés como COICA (Combating Online Infringement and Counterfeits Act, Lucha contra la Infracción Online y Actos de Falsificación), al ser ratificada se aplicará a todas las páginas supuestamente delictivas, incluso si se encuentran radicadas en el extranjero. El objetivo es acabar con las páginas web perniciosas que distribuyen ilegalmente material protegido por los derechos de autor. Así, por ejemplo, la página web YouTube sería una de las primeras en la mira de los legisladores.
Entre los detractores de la regulación están empresas tan poderosas como Google o Yahoo, que ven en la medida una encubierta forma de censura. Los expertos advierten que, además, existe riesgo de que la práctica sea replicada por gobiernos autoritarios que podrían empezar a bloquear dominios con sus propios propósitos, ajenos a las preocupaciones por la violación de los derechos de autor.
Vínculos a material terrorista
Los sitios que contienen vínculos a material terrorista también son bloqueados. El problema es que no se precisa qué es lo que se entiende por "material terrorista". El sitio web Blogetery.com fue suspendido del servicio de hospedaje que le otorgaba la empresa informática norteamericana BurstNet por poseer una lista de las “potenciales víctimas de Al Qaeda”, supuestamente publicada en la plataforma. El cierre del sitio hizo que los más de 70.000 blogs que hospedaba la compañía fueran cerrados automáticamente y sin previo aviso a los usuarios.
EE. UU.: por una libertad a lo Facebook, no a lo WikiLeaks
Tratando de minimizar los daños causados por WikiLeaks, las autoridades de los Estados Unidos no han podido evitar recurrir a la censura. La Fuerza Aérea de EE. UU. bloqueó el acceso de sus empleados a páginas web de medios que publican filtraciones de la página. La portavoz del Comando Espacial de la Fuerza Aérea en Colorado, Toni Tones, explicó que “se ha bloqueado el acceso a sitios de Internet que contienen material inapropiado, software malicioso y material clasificado, como el publicado por WikiLeaks”.
El malestar provocado en el seno del Departamento de Estado por la página de Julian Assange no lo pudo ocultar ni Hillary Clinton. Durante su intervención en la Universidad George Washington en febrero pasado, la secretaria de Estado reconoció que el Gobierno ha sufrido las consecuencias de la divulgación de documentos secretos y llamó a adoptar un código de conducta para la actividad en Internet. Especificó que al ser elaborado este documento no debería de ninguna manera poner en peligro el intercambio libre en las redes sociales tales como Twitter o Facebook. Las normas de conducta, entonces, serían aplicadas en los casos como el de WikiLeaks.
Assange: “Facebook es la máquina espía más atroz jamás inventada”
¿Por qué el Departamento de Estado se manifiesta a favor de las redes sociales? El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, denunció en su entrevista a RT que la plataforma Facebook es una de las principales herramientas que utiliza el Servicio de Inteligencia estadounidense.
“Facebook es la máquina espía más atroz jamás inventada. Tiene la base de datos más completa del mundo sobre la gente, sus relaciones, sus nombres, sus direcciones, sus ubicaciones, sus comunicaciones con otras personas y sus parientes. Y todo está situado en Estados Unidos, y todo es accesible para la Inteligencia estadounidense”, advirtió. Agregó que Facebook, Yahoo y otras empresas tienen interfaces integradas para la Inteligencia norteamericana.
Organización Demand Progress: demandando una Internet sin censura
La organización estadounidense Demand Progress busca detener un proceso que avanza a todo vapor. “Nuestros líderes siempre exhortan a otros países a que dejen de aplicar la censura en Internet. Pero ahora el Congreso de EE. UU. está tratando de censurar Internet en su propia casa”, dice una declaración publicada en la página oficial de la sociedad.
Con respecto al debatido proyecto COICA, los activistas señalan que “el hecho de bloquear ciertas páginas es una forma de dura censura que podría surgir de los regímenes dictatoriales, en los que una sola persona puede decidir cuál de los sitios web tienes prohibido y cuál no”. Según el fundador de la sociedad, Tim Berners-Lee, lo que buscan es “que se cumpla el principio de que ningún gobierno ni organización pueda bloquear arbitrariamente el acceso a Internet a ningún ciudadano”.