Berlusconi desmiente la muerte del hijo de Gaddafi
Pasado casi un mes tras el anuncio de la muerte del sexto hijo del dictador libio Muammar al Gaddafi, Saif el Arab el Gaddafi, considerado una víctima de los bombardeos de la OTAN, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, desmintió su fallecimiento.
El 30 de abril la televisión estatal libia mostró cinco cadáveres tapados, dos adultos y tres niños, supuestamente pertenecientes a tres nietos del líder libio y a su hijo, Saif el Arab el Gaddafi.
Esta muerte "no resulta de la coalición, (...) se trata de propaganda y de que el hijo de Gaddafi no está en Libia, sino que vive en otro país e incluso la historia de los tres nietos es infundada", afirmó Berlusconi durante un programa televisivo y añadió que se trataba de información de los servicios especiales italianos.
Aquel 30 de abril la propaganda oficialista libia utilizó no sólo imágenes sin rostros de los fallecidos, sino también al vicario apostólico de Tripoli, la capital, para confirmar la muerte de los descendientes del dictador. Pero incluso el obispo Giovanni Innocenzo Martinelli no pudo despejar las dudas acerca de la muerte, puesto que solo pudo asegurar que había visto caras de niños y un adulto.
Horas antes del ataque, la Alianza había asegurado que todos sus objetivos "son de naturaleza militar" y que no incluyen, por tanto, "a personas individuales". Anteriormente, Rusia y China, miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se opusieron abiertamente a la persecución personal de Gaddafi y a las operaciones militares de la OTAN más allá de la zona de exclusión aérea, que parece haber sido extendida por las fuerzas de la coalición a todo el territorio del país.
Sean o no los fallecidos nietos o hijos de Gaddafi, el hecho es que eran niños.