La bomba colocada por Breivik en Oslo pesaba más de media tonelada

La policía noruega divulgó algunos nuevos detalles sobre el atentado cometido por Anders Breivik en Oslo el pasado 22 de julio. Según sus datos, la bomba que causó la exposión se colocó en un coche estacionado cerca a la entrada de la oficina del primer ministro. Se trataba de un microbús Volkswagen, colocado justo al lado de la oficina. Los policías se percataron, pero no tomaron ninguna medida porque el hombre que salió de él iba ataviado con un uniforme policial.

Las fuerzas de seguridad creen que la bomba que estaba en el automóvil pesaba unos 500 kilogramos y fue fabricada con sustancias químicas compradas en Polonia. Además se supone que en la fabricación se utilizó combustible para aviones que Breivik había comprado en septiembre del año pasado en unas tiendas de Internet. La bomba fue ensamblada en una granja a 100 kilómetros de Oslo. Justo antes de la explosión el autor del crimen abandonó el lugar en un Fiat.

Asimismo el abogado del acusado, Geir Lippestad, afirmó que su cliente planificaba llevar a cabo más atentados el mismo 22 de julio. Pero estos planes bastante concretos no se llevaron a la práctica por razones que Lippestad se negó a comentar. Hoy el procesado fue trasladado desde la cárcel de Ila, donde está en detención preventiva, a la Jefatura de policía en un coche con ventanas cubiertas de etileno negro para evitar la posibilidad de que se le sacasen fotos (según la legislación noruega está prohibido). Allí será interrogado de nuevo.

El doble atentado en la capital de Noruega el 22 de julio se cobró las vidas de 76 personas, según los últimos datos. Primero se produjo la explosión en medio de los edificios gubernamentales de Oslo y luego el acusado, vestido con uniforme policial, abrió fuego contra un nutrido grupo de jóvenes laboristas de entre 14 y 17 años en la isla de Utoya.