El nuevo caza ruso T-50 mira por encima del hombro al norteamericano F-22 Raptor
En la edición anual del salón MAKS-2011, que se celebra esta semana a las afueras de Moscú, el prototipo del caza de quinta generación ruso T-50 es el centro de todas las miradas.
Por fuera el T-50 se parece mucho a su equivalente norteamericano, el F-22 Raptor. Por sus prestaciones, el T-50 supera ligeramente al F-22 en velocidad de crucero y peso máximo de despegue, aunque hoy por hoy resulta imposible trazar una comparación más detallada entre ambos aparatos, ya que muchas prestaciones del T-50 (desarrollado por la oficina de diseños Sukhoi), permanecen aún en secreto.
Los expertos coinciden en que, en un combate a corta distancia, el Raptor saldría perdiendo ante el nuevo caza ruso debido a la excepcional maniobrabilidad de este último y a sus nuevos misiles de corto alcance, capaces de girar bruscamente 120 o más grados para redirigir su trayectoria hacia el blanco enemigo.
Los motores propulsores con vector de empuje controlable proporcionan al piloto del T-50 la capacidad de realizar varias maniobras para evadir un ataque de misiles. En lo que se refiere a los 'duelos' a distancias media y larga, los nuevos misiles rusos y radares AESA hacen del T-50 un rival muy peligroso.
En cuanto al 'cerebro electrónico' del aparato, de momento es 'terra incognita', aunque la nueva aviónica para cazas de quinta generación ya ha sido probada en cazas multifuncionales Su-35 y MiG-35.
El precio orientativo de un T-50 ronda los 100 millones de dólares, es decir, dos veces menos que el del F-22 Raptor. El nuevo caza entrará en la Fuerza Aérea rusa en régimen de servicio operacional en 2016.
Los vuelos de presentación del T-50, que pueden apreciarse estos días en la feria MAKS-2011, no se caracterizan por las acrobacias del tipo 'quedarse suspendido en el aire', que tanto caracterizaban a los vuelos de presentación de los cazas rusos de la familia Su-27 y que sólo podían ser efectuadas por 2 ó 3 pilotos en todo el mundo. No. Las evoluciones aéreas de este avión, ante todo, ponen al descubierto su llamada supermaniobrabilidad, entendida como la capacidad de controlar el avión en ángulos de ataque (ángulos entre el vector del flujo del aire y la superficie del ala) iguales o mayores a 90º.
Para lograrlo cuenta con la ayuda indispensable de motores con vector de empuje controlable, ya presentes en algunas versiones existentes de cazas rusos de generación 4++, como el MiG-29 OVT.