Esperanzas frustradas pese a la suspensión de deportaciones de ilegales
La reciente suspensión del proceso de deportaciones de indocumentados anunciada la semana pasada por Janet Napolitano, la secretaria de Seguridad de EE. UU., es un privilegio solo para algunos inmigrantes y esa medida de ninguna manera significa una amnistía para todos, según advierten algunos expertos.
Carlina Tapia Ruano, abogada de la Asociación Estadounidense de Abogados, señala que “lo que se ha anunciado beneficia a una comunidad muy limitada: la que está bajo proceso de deportación”. La jurista esclareció algunos detalles de las medidas anunciadas anteriormente por el Gobierno del país norteamericano.
Según las aclaraciones de Napolitano, alrededor de 300.000 causas de deportación de inmigrantes ilegales han sido detenidas para que cada caso sea revisado individualmente con más precisión. Asimismo declaró que las autoridades se centrarán primero en expulsar del país a los indocumentados que tienen antecedentes penales. Además mencionó que algunos de los inmigrantes ilegales podrían solicitar un puesto de trabajo.
Estas declaraciones alentaron a los que corren el riesgo de ser deportados. No obstante, su alegría no duró mucho. Las enmiendas de las órdenes de deportaciones no significan que “tengamos nueva visa ni permiso para permanecer en este país ni para trabajar”, afirmó Tapia Ruano en una conferencia telefónica realizada junto con varios defensores de los derechos de los indocumentados.
La abogada aclaró que no todos los casos pendientes serán suspendidos, añadiendo que tampoco todos los que consigan evitar el procedimiento de deportación tras un análisis más detallado obtendrán trabajo.
Los activistas de los derechos humanos instaron a los indocumentados a no entregarse a las autoridades migratorias con la esperanza de obtener un empleo. “Pedimos que no se entreguen a las autoridades de inmigración pensando que se van a beneficiar de los cambios. Sería un grave error”, señaló Angelica Salas, directora de la Coalición para los Derechos de los Inmigrantes.
Las frustradas esperanzas de los indocumentados de ser testigos de la implantación de la reforma migratoria prometida por Barack Obama durante su campaña electoral y el creciente número de deportaciones ponen en duda las opciones de Obama de acaparar el voto latino en las presidenciales de 2012.