La violencia relacionada con el narcotráfico traspasa la frontera hacia EE. UU.
La ola de violencia que afecta a todo México y que se atribuye a los cárteles de las drogas, ha traspasado la frontera llegando a los territorios sureños de Estados Unidos, principal país consumidor de drogas del continente.
Se supone que esto se debe a una fuerte alianza entre las bandas mexicanas con algunas pandillas norteamericanas, encargadas de la mayor parte de la distribución de drogas en EE. UU.
Esto ocurre después de los intentos fallidos de Washington de combatir el crimen organizado. De ejemplo sirve mirar a la operación “Rápido y furioso” en la que el gobierno norteamericano vendió armas de fuego a grupos criminales “con la intención de rastrear a los compradores ilegales” y permitió la pérdida de miles de armas que cayeron en manos de delincuentes.
La facilidad de comprar armas en EE. UU. “sería uno de los motivos principales” por los cuales las bandas criminales han empezado a operar en ese territorio, opina el profesor, escritor y especialista en inmigración, Raúl Hinojosa.
“El origen del crimen y el movimiento de drogas es transnacional, especialmente porque hay demanda por parte de EE. UU.”, dice Hinojosa, quien además asegura que es desde ese país de donde salen “las armas para el mantenimiento del conflicto entre los grupos criminales, que operan tanto en México como en Estados Unidos por el control de territorio”.