Nuevas detenciones por exigir justicia social en EE. UU.
La Policía estadounidense sigue reprimiendo a los participantes en las multitudinarias protestas contra la política ineficaz del Gobierno y contra un sistema financiero al que consideran corrupto. El jueves al menos diez activistas fueron detenidos en una oficina de Bank of America en Los Ángeles.
Los manifestantes entraron en una sucursal del banco con pancartas que mostraban lemas como “Obligad a los bancos a pagar” y se sentaron en el suelo negándose a salir.
Este acto formaba parte de las protestas masivas celebradas el jueves en la ciudad californiana. Los manifestantes exigen justicia social, la creación de empleos dignos y la solución de la crisis financiera, entre otras cosas.
Este jueves la ciudad de Nueva York fue escenario de una protesta récord, ya que unas 5.000 personas salieron a las calles. El miércoles en la Gran Manzana se registaron alrededor de 20 detenciones. Los arrestos se produjeron cuando los 'indignados' trataron de abrirse paso hacia el barrio de Wall Street y fueron reprimidos por la Policía.
Esta ola de indignación popular, iniciada hace unas tres semanas en Nueva York con la movilización Ocupa Wall Street, ya ha llegado a Boston, Chicago, Nueva Jersey, Houston y muchas otras ciudades.
Las protestas masivas contra el sistema financiero también han llegado hasta la Casa Blanca. Después de la manifestación multitudinaria que se celebró el jueves en Nueva York, miles de personas expresaron su descontento por la desigualdad económica también en Washington.
Emma Ruby-Sachs, una columnista del Huffington Post, opina que la exigencia del pueblo es muy simple: poner fin a un sistema corrupto en el que las corporaciones pueden sobornar a los políticos.
“Es una protesta contra la corrupción gubernamental. Y no será mañana cuando el Gobierno pueda acabar con la corrupción en EE. UU. y en todo el mundo. Es un movimiento que crece, abarca centenares de lugares del país y va a ser aún más fuerte”, señala. Según ella, “la corrupción no tiene lugar en una verdadera democracia”, lo que significa “que hay que tener un sistema electoral que no permita a las corporaciones sobornar a los políticos. Existe un gran problema mundial, con varios gobiernos corruptos. Y la gente ha salido a las calles para gritar: '¡Ya basta!”.