El juicio al ‘señor de la guerra’ Víktor But entra en su fase final
En un tribunal de Nueva York está llegando a su conclusión el proceso judicial contra el empresario ruso Víktor But, acusado por Estados Unidos de tráfico ilegal de armas y apodado ‘señor de la guerra’. Ahora todo depende de la decisión que tomen los miembros del jurado.
Según declaró el representante de la fiscalía Anjan Sahni en su intervención ante el tribunal, But “dijo numerosas veces que estaba preparado y dispuesto a llevar a cabo este negocio”. Sahni también recordó grabaciones que muestran las intenciones del empresario ruso de vender armas a los guerrilleros de las FARC.
El abogado de But, Albert Dayan, por su parte, declaró que su cliente no sabía que mantenía negociaciones con verdaderos representantes de las FARC y que su única intención era cumplir con su trabajo de interesar a sus posibles clientes en el negocio, sin conocer su filiación.
Inicialmente se planeaba que los miembros del jurado comenzasen su deliberación este lunes, inmediatamente después de las exposiciones finales de la fiscalía y de la defensa, pero el reglamento tuvo que modificarse debido a que ambos discursos fueron más largos de lo planeado. El juez se dirigirá al jurado el martes y luego ellos comenzarán su deliberación en una sala especial. La discusión puede tomar un periodo de tiempo de varios minutos o prolongarse por varios días. El veredicto final se tomará solo si se alcanza una decisión unánime y en cualquier otro caso, el juez podrá anular los resultados del proceso e iniciar un nuevo juicio.
Víktor But fue detenido en Tailandia en 2008 a petición de la Justicia norteamericana y extraditado a EE. UU. en noviembre de 2010. El empresario ruso está acusado de conspirar contra ciudadanos estadounidenses por medio de la compraventa ilícita de armamento. Según la fiscalía, But “habría suministrado armamento a grupos paramilitares y terroristas como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y Al Qaeda, sabiendo que su objetivo era el de matar a un número indeterminado de dignatarios y ciudadanos de EE. UU.”
El propio But rechaza todas las acusaciones contra él. Anteriormente declaró de forma reiterada que no llevó a cabo ninguna actividad empresarial en EE. UU. y que no residió en territorio estadounidense ni abrió cuentas en bancos norteamericanos durante el periodo que figura en la acusación.
Los abogados del empresario aseguran que la causa fue incoada por motivos políticos, que no corresponde a la jurisdicción de EE. UU., y que viola la Constitución del país y los derechos del procesado. En caso de que se confirme su culpabilidad, podría ser condenado a una pena de entre 25 años de cárcel y cadena perpetua.