Comité legislativo de EE. UU. aprueba mayores sanciones contra Irán
La Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este miércoles por unanimidad intensificar las sanciones contra Irán para obligarlo a abandonar su programa nuclear.
Las medidas fueron aprobadas a viva voz por la Comisión de la Cámara Baja, pero deben ser sometidas al voto en el pleno de ambas cámaras del Congreso.
Una de las medidas autoriza al presidente Barack Obama a imponer sanciones contra el Banco Central iraní si se determina que esta entidad facilita actividades de terrorismo y el desarrollo de armas nucleares o respalda a la Guardia Revolucionaria, que se especializa en operaciones en el extranjero para el Gobierno iraní.
Por su parte, Irán ya aceptó negociar sobre su programa nuclear con el Grupo 5+1, compuesto por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania. Pero exigieron que las conversaciones deben darse en base al “respeto a los derechos de las naciones” de acuerdo con el Tratado de No Proliferación Nuclear (TPN), para llegar a una solución aceptable para ambas partes, sin imponer posturas porque no tendría éxito.
A efectos prácticos, las medidas prohibirían el acceso al mercado estadounidense de bancos extranjeros que realicen negocios con el Banco Central iraní. La medida también aumenta las sanciones en vigor contra los sectores energético y bancario de Irán, aprobadas por el Congreso en 2010 como medida de represión para que Teherán desista de sus planes nucleares.
Estas acciones se vieron reforzadas luego de que se denunciara la presunta participación de las Fuerzas especiales de los Guardias de la Revolución iraní en un supuesto complot para asesinar al embajador saudí en EE. UU.
Teherán repite que cumple con las obligaciones internacionales y defiende su derecho a desarrollar un programa nuclear destinado sobre todo a generar energía y con fines médicos. Recordó además que el TPN permite a los países firmantes enriquecer uranio para usos civiles, como lo hace Irán en sus centrifugadoras, que hasta ahora lo producen con un 20% de pureza.