Estudiantes chilenos llevan su lucha al Congreso: reunión por dentro, rebelión por fuera
Miles de estudiantes chilenos protagonizaron una marcha masiva hacia el Congreso Nacional para exigir un presupuesto 2012 acorde con su demanda de educación pública general y gratuita. La protesta realizada en Valparaíso (litoral central del país) concluyó con disturbios y enfrentamientos con la policía.
Mientras los manifestantes (entre los que se encontraban algunos profesores y trabajadores), marchaban por las calles, los líderes del movimiento sostuvieron una reunión con las mesas directivas de la Cámara de Diputados y del Senado. Se trata del primer encuentro de este tipo desde que hace meses se iniciaran las protestas.
"Hemos sido muy enfáticos en que el Estado tiene que asumir un nuevo rol en la educación pública, tiene que hacerse cargo de regular el sistema privado y nada de lo que contempla el Presupuesto va en esa dirección", recalcó la dirigente estudiantil Camila Vallejos.
Asimismo, los líderes de los estudiantes volvieron a rechazar en el Congreso un eventual consenso entre el Gobierno del conservador Sebastián Piñera y la oposición de centroizquierda "a espaldas de la ciudadanía". "Queremos consenso sí, pero de cara a la mayoría", sentenció Vallejos.
El presidente de la Cámara de Diputados, Patricio Melero, valoró la reunión como "un paso relevante" para la creación de un cauce institucional para las demandas estudiantiles. Sin embargo, el presidente del Senado, el opositor Guido Girardi, reafirmó que "no va a haber ningún acuerdo con la derecha de espalda al movimiento estudiantil" en relación a posibles cambios en la Ley de Presupuesto, dejando el problema en el aire.
Los estudiantes chilenos siguen manifestándose contra el proyecto del presupuesto, ya que consideran "insuficiente" el aumento de un 7,2% (anunciado por Piñera a finales de septiembre pasado) para financiar una profunda reforma educativa en el país que llevan exigiendo desde abril.
Un escenario de doble cara
Contrastando con el ambiente tranquilo de las conversaciones entre los líderes estudiantiles y las autoridades, miles de manifestantes chilenos fueron reprimidos por Carabineros.
Los jóvenes estaban autorizados para manifestarse a varias manzanas del Congreso, pero al intentar acercarse hasta la sede legislativa fueron dispersados por los agentes, que emplearon cañones de agua y gases lacrimógenos. Al menos 20 personas fueron detenidas.
A este respecto, los líderes de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) criticaron la decisión del gobierno de impedir las protesta frente al Congreso. "Es una provocación política, clara y directa para generar un clima de violencia", afirmó uno de los organizadores del movimiento, Sebastián Farfán. "Los estudiantes sí o sí querrán llegar al Congreso, para eso fue convocada esta movilización", remachó.
Las protestas estudiantiles se extienden por Sudamérica
Las protestas estudiantiles, que en caso de Chile ya duran 6 meses, han supuesto un ejemplo a seguir para otros países de la región e incluso han dado ya sus primeros resultados fructíferos.
Así, ante las marchas multitudinarias en Colombia, el presidente Juan Manuel Santos, se comprometió a retirar del Congreso un proyecto de privatización de la enseñanza superior si los estudiantes de las universidades públicas, en huelga desde el octubre, reanudaban las clases.
Los estudiantes de Brasil no sólo se han inspirado en las actividades de sus colegas chilenos, sino que que han recibido apoyo de sus líderes, que participaron este martes en una protesta de 2.500 estudiantes brasileños que exigen al gobierno de Dilma Rousseff que destine un 10% del PIB a la educación.
Además, en un reciente encuentro celebrado en Uruguay, los estudiantes latinoamericanos acordaron convocar una jornada de manifestaciones en toda la región el año próximo, si las autoridades no atienden sus reivindicaciones.