Siria: Entre una sangrienta guerra civil y una catástrofe internacional
Siria se asoma al abismo de una guerra civil que, según varios expertos, podría desencadenar en un conflicto bélico de una magnitud catastrófica que implicará a todos los países de la región y a muchos actores internacionales.
Actualmente en Rabat, capital de Marruecos, se celebra la cumbre de la Liga Árabe en la que la propia Siria no está presente por primera vez. El Gobierno marroquí ha explicado que la ausencia del país se debe a que su suspensión como miembro ya ha entrado en vigor.
La crisis en Siria ha generado una verdadera polémica en el mundo árabe, dividiendo a los países entre los que están pro y contra del régimen de Bashar al Assad.
¿Porqué Siria se ha convertido en una manzana de discordia, después de que ocurrieran procesos similares en Egipto, Túnez y Libia y cuál es el peor escenario que podría generar esta confrontación?
La mejor solución
Según el analista en Oriente Medio, Francisco Sánchez Muñoz, Siria no se puede comparar ni con Túnez ni con Egipto, aparte de que no goza de las mismas bases religiosas y étnicas que otros países de la zona. Está rodeada de países como Turquía, Israel, Irak, Jordania y Líbano y, sin duda alguna, el país es la llave de la estabilidad de Oriente Próximo.
“Estas circunstancias geográficas y políticas, unidas al hecho de su pluralidad étnica, política y religiosa, hacen mucho más difícil que una revolución se pueda llevar a cabo. Quizás una solución orientada a que las partes implicadas en un conflicto, en una guerra civil no declarada, que es lo que está ocurriendo en estos momentos en Siria, sea una reunión entre la oposición y el régimen. Sería la mejor forma de solucionar lo que está ocurriendo en estos momentos en el país”, sostiene el experto.
Precisamente, Rusia desde el principio ha condenado la suspensión de Siria y cualquier método violento de solucionar su conflicto interno y sigue exhortando al diálogo. Según Moscú, la presencia de observadores de este país habría contribuido a la estabilización de la situación en la región. El Kremlin considera que es importante iniciar las negociaciones y declaró que activará sus esfuerzos para que se inicie un diálogo interno en Siria. Así, el ministro ruso de Exteriores, Sergéi Lavróv, sostuvo que Rusia aplicará todas sus fuerzas para iniciar el diálogo entre las partes en conflicto.
El peor escenario
Muñoz asegura que la confrontación va a generar dos escenarios preocupantes. El experto alerta que el "menos malo" es que se desencadene una guerra civil en el país, que acabe con las minorías chiítas, alauitas y cristianas, que serían sometidas por Los Hermanos Musulmanes, quienes eventualmente conseguirían el poder.
Al mismo tiempo, “en el peor de los casos podría ocurrir una situación más catastrófica. Podría ocurrir que el conflicto se generalizara en todo Oriente Próximo implicando a Hezbolah en Líbano y a Irán. Podría desencadenarse un conflicto bélico de una magnitud catastrófica que implicara a todos los países [de la región] y muchos países a nivel internacional. Sería una catástrofe internacional”, alerta el analista.
Siria no decide sobre su destino
Sobre el hecho de que terceros países decidan cuál será el destino de la nación sin que el propio país pueda participar en la discusión, el experto lo explica con la existencia de una agenda oculta “liderada por EE. UU., Europa y otros países, y a la cabeza está Qatar como símbolo de todos los países árabes”.
“Lo que quieren es derrocar al régimen de Bashar al Assad para establecer una zona sunita mayoritaria desde Irak hasta Marruecos, donde las minorías chiítas y cristianas estarían discriminadas y en algunos casos, como el de Siria, perseguidas”, asegura Muñoz.
Además, indica que Turquía también se implica en el conflicto por el hecho de que tras haber sido rechazada por la Unión Europea en varias ocasiones, tiene la intención, de alguna manera, de tener influencia política y sobre todo económica en todos aquellos países que han iniciado procesos democráticos.
De esta manera, la suspensión definitiva de Siria de la Liga Árabe ejercería una presión importante sobre el régimen del presidente Bashar Al-Asad, lo que podría llevar a unas consecuencias irreversibles.