Pobres y ricos en EE. UU., los polos opuestos de la desigualdad
En el último cuarto de siglo, la brecha entre ricos y pobres en los Estados Unidos se ha incrementado notablemente, y esto es evidente, en particular al comparar los ingresos de las familias estadounidenses de clase media y la de sus representantes en el Congreso.
Está claro que entre los que mandan en el campo legislativo estadounidense no hay pobres, y apellidos como Guggenheim, Hearst, Kennedy o Rockefeller suenan en los pasillos del Capitolio como algo normal.
Durante el periodo de 1984 a 2009, el patrimonio de los miembros del Congreso casi se ha triplicado, pasando de 280.000 dólares a 725.000 dólares, suma en la que no se incluye el valor de los bienes raíces, indica el diario 'The Washington Post', citando la información financiera de los congresistas.
Al mismo tiempo, los ingresos de las familias estadounidenses de clase media han disminuido en ese periodo, aunque ligeramente, señala el rotativo. Además, explica que el año 1984 tiene relevancia en este caso, debido a que solo a partir de aquel entonces los datos de las fortunas personales de los congresistas fueron accesibles al público.
En EE. UU. los diputados siempre fueron más ricos que la media de los estadounidenses, agrega. “En los últimos años el bienestar de los ricos en el país crece más rápido que el de las personas con ingresos medios”, apunta el diario.