EE. UU. lanza un nuevo 'dardo tranquilizante' a Rusia en relación al escudo
Washington está dispuesto a continuar las negociaciones con Moscú y a "tranquilizar" a los rusos en relación al escudo antimisiles que planea instalar en Europa, aseguró hoy el viceministro de defensa de EE. UU., Alexander Vershbow.
Sin embargo, expertos como el analista político Lajos Szaszdi advierten que Rusia no debería fiarse de estas declaraciones hasta que estén formalizadas sobre el papel, en forma de un acuerdo.
"El hecho que [la OTAN y EE. UU.] no se quieren comprometer deja una puerta abierta legal para que puedan usar el escudo contra Rusia en alguna ocasión directa o indirectamente", asegura Szaszdi a RT.
En este sentido, el experto cree que "lo que puede hacer Rusia es vincular el sistema antimisil europeo a la reducción [de armamento estratégico], porque realmente éste podría usarse no sólo contra misiles iraníes [como sostiene EE. UU.], sino también contra Rusia".
Entre dos amenazas
Algunos expertos creen que si EE. UU. sigue adelante son la instalación del escudo antimisiles, Rusia tendría que desarrollar un sofisticado sistema antimisil, ya que no sólo los misiles balísticos de la OTAN representan una potencial amenaza, sino también los de Israel.
"Hay que tener en cuenta que Israel posee un nuevo misil balístico Jericó-3, con un posible alcance intercontinental de unos 6.500 kilómetros", explica Szaszdi, que recuerda que incluso el misil anterior, el Jericó-2, ya puede alcanzar Moscú o San Petersburgo.
El analista considera que, en respuesta al apoyo ruso a Siria e Irán, Israel podría amenazar a Rusia con un ataque contra sus bases de alerta temprana que usa en Azerbaiyán, e incluso amenazar a la capital rusa.
Un callejón sin salida
Las negociaciones sobre el escudo antimisiles en Europa llegaron a un callejón sin salida después de que EE. UU. dijera que Rusia no podía exigir garantías jurídicas [de que el escudo no va dirigido contra ella] porque esta es una cuestión que sólo atañe a los países de la OTAN.
Por su parte, el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores comentó que no ve indicios de que EE. UU. esté dispuesto a acceder a los deseos de Rusia, mientras que el representante permanente de Rusia ante la OTAN, Vitali Churkin, subrayó que Moscú no hará concesiones a costa de su propia seguridad.
A finales de noviembre, el presidente Dmitri Medvédev declaró que Rusia podría salirse del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (firmado en Praga en 2010) y abandonar el pacto de desarme en caso de que no se logre un acuerdo sobre el escudo en Europa.
