EE. UU. no convencería a China para que le diga 'no' al petróleo iraní
China no apoyará las sanciones, impulsadas por Washington, contra el sector petrolero de Irán por razones económicas e ideológicas, aseguran analistas chinos en el marco de la visita a Pekín del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner.
La delegación estadounidense intenta convencer a los líderes chinos de que las sanciones a la industria petrolera de Irán pueden obligarlo a abandonar su programa nuclear. Sin embargo, Pekín seguirá comerciando con Teherán; en primer lugar porque le compra casi la tercera parte del petróleo exportado, según un artículo de la Academia de Relaciones Internacionales Modernas de China difundido por la prensa local.
A fines de noviembre, EE. UU. anunció la imposición de sanciones financieras contra cualquier institución extranjera que negocie con el Banco Central de Irán para comprar petróleo. La Unión Europea también discutirá el nuevo paquete de sanciones contra Teherán a fines de enero de 2012.
No obstante, los expertos chinos consideran que si la UE se suma a EE. UU. y corta sus importaciones de petróleo iraní, China podría verse incluso favorecida en disputas comerciales y en concesiones de contratos.
Por otro lado, Pekín defiende el principio de no injerencia -en ésta y otras cuestiones internacionales- y no desea verse involucrado contra un tercer país en una decisión que no emana de la ONU, según los analistas.
Escenario militar
Mientras tanto, la tensión entre la república persa y Occidente aumenta debido al avance del programa nuclear iraní que -según Washington- prevé el desarrollo de un arma nuclear. EE. UU. refuerza su presencia militar en el mar Arábigo, enviando portaaviones a territorios cercanos a Irán.