El techo de la deuda, el clásico culebrón que vuelve a las pantallas en EE. UU.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos votó en contra del aumento del límite de endeudamiento del país en 1,2 billones de dólares, propuesto por el presidente Barack Obama.
El incremento del techo es necesario para el funcionamiento del Estado y para el pago de los servicios de la deuda nacional. Un retraso de un día en el pago puede significar una declaración de incumplimiento que, a su vez, puede tener consecuencias impredecibles para la economía global.
Los republicanos que controlan la Cámara Baja del Congreso, insisten en que es imposible ampliar la deuda, ya que la administración de Obama es incapaz de contener el aumento de los costos del aparato del Estado.
Sin embargo, la decisión de elevar el techo de la deuda entrará en vigor. El Senado de EE. UU., liderado por el Partido Demócrata, no tiene intención de votar en contra del aumento del límite de la deuda pública. Además, el presidente de EE. UU. tiene el derecho a vetar la decisión del Congreso, que podría servir como una garantía para la entrada en vigor.
En 2011, las prolongadas negociaciones sobre la elevación del techo de deuda pusieron a la primera economía mundial al borde del impago técnico. Los legisladores tardaron varias semas en lograr el consenso para aprobar la norma promulgada por Obama a último momento.
El documento tiene como objetivo reducir el déficit del presupuesto federal en 2,1 billones de dólares en el transcurso de 10 años. La crisis política se ha convertido en uno de los factores por causa del cual la agencia Standard&Poor's privó a EE. UU. de la más alta calificación crediticia.