El ex dictador guatemalteco Ríos Montt queda bajo arresto domiciliario
El ex dictador de Guatemala José Efraín Ríos Montt quedará bajo arresto domiciliario, por decisión de un tribunal que inició un proceso penal en su contra por delitos de lesa humanidad y genocidio durante la época en la que gobernó de facto el país a principios de los años 80. Por su parte, el acusado se negó a pronunciarse respecto a los cargos en su contra.
En concreto, los fiscales han presentado diversas pruebas de la culpabilidad del ex general y sus ex oficiales en una decena de matanzas, sobre todo de pueblos indígenas. La cantidad de víctimas mortales ascendería a unas 1.200 personas.
El proceso que implica a Ríos Montt se remonta al año 2000, pero las autoridades judiciales no habían actuado en su contra hasta el pasado 14 de enero, cuando el ex militar de 85 años de edad dejó de gozar de inmunidad judicial al abandonar su escaño como diputado del Congreso.
La mirada de Washington
Ríos Montt encabezó en 1982 un golpe de Estado contra el entonces presidente Romeo Lucas y al año siguiente fue derrocado por su ministro de Defensa. Los expertos aseguran que su régimen recibía un amplio apoyo de Washington, que solía respaldar a las dictaduras en América Latina en la segunda mitad del siglo XX.
En particular, Guatemala siempre ha sido clave para los intereses geopolíticos de EE. UU. en la región, según opina el analista del Centro de Estudios de Guatemala, Sandino Asturias.
Hasta hoy día “sigue siendo el Pentágono el que define la política norteamericana en América Latina”, declaró Asturias a RT. “Esta es la visión de la región desde Washington: su traspatio, una zona de influencia y de sus intereses estratégicos, más desde el punto de vista militar que político”, según explica el experto.
Más de tres décadas de guerra civil
Los escasos 17 meses, entre marzo de 1982 y agosto de 1983, que el ex general gobernó de facto Guatemala, se consideran de los más violentos de los cerca de 36 años de guerra civil del país. El conflicto armado guatemalteco empezó en 1960 como consecuencia de la resistencia a la intervención estadounidense unos años antes, cuando fue derrocado el gobierno electo de Jacobo Arbenz. Hubo que esperar hasta 1996 para que el Gobierno y las guerrillas firmaran el cese de las hostilidades.