La reforma laboral pone 'en pie de guerra' a un millón de españoles
Más de un millón de personas en toda España han salido a las calles para exteriorizar su indignación por la reforma laboral, que flexibiliza el despido en un país con la mayor tasa de desempleo de la eurozona. Según los organizadores de la acción, se trata de la protesta más multitudinaria jamás convocada en el país desde 1988.
Bajo el lema "no a la reforma laboral injusta con los trabajadores, ineficaz para la economía e inútil para el empleo", la marchas se organizaron en 57 ciudades españoles. Entre otros lemas destacaron algunos como "la reforma laboral para Cospedal [secretaria general y número 2 del gobernante Partido Popular]", "contra el paro lucha obrera", "Mariano deja a los obreros, metete con los banqueros".
La 'manzana de la discordia' entre los sindicatos y el Gobierno de Mariano Rajoy establece, entre otras, estas medidas:
- limitar a dos años la vigencia de los convenios;
- generalizar el contrato con un despido de 33 días de indemnización;
- concretar las causas que permiten a los empresarios despedir con una compensación de 20 días por año trabajado, por ejemplo, si suman tres trimestres consecutivos con pérdidas;
Según admitió este domingo el presidente del Gobierno, la reforma laboral "no hará milagros por sí sola" pero esgrimió que resulta fundamental para frenar la caída de la economía y poder crear empleo en el futuro.
Sin embargo, el líder sindicalista Cándido Méndez afirma que las decisiones del Gobierno conducen al país hacia la recesión económica y a "un callejón sin salida", ya que -sostiene- la reforma diseña un horizonte de empobrecimiento de la sociedad española que perdurará más allá de la recesión y se hará perceptible también cuando llegue la etapa de crecimiento económico.
Por el momento, ninguno de los sindicatos ha planteado una huelga general de ámbito nacional desde la de septiembre pasado de 2010, aunque no descartan su convocatoria porque consideran que la reforma da motivos para ello. En este sentido, los sindicatos nacionalistas de País Vasco y Navarra han tomado la iniciativa y han convocado la primera jornada huelga general contra la reforma para el próximo 29 de marzo.
A este respecto, el economista Eduardo Garzón Espinosa comentó a RT que esta protesta no sólo puede acabar en huelga general, sino que también podría ser un presagio de mayores explosiones sociales en Europa.
"Instituciones como el FMI o el Banco Mundial han anunciado ya una recesión para este año 2012 y probablemente para el 2013, por lo que se prevé que el desempleo aumente en mayoría de los países y, sobre todo, en la zona euro debido a la crisis económica2, explico el experto, subrayando que, por lo tanto, "es de esperar que los ciudadanos reflejen su frustración en nuevas protestas para reivindicar una salida más justa y más eficaz a la crisis".