EE. UU.: la brecha entre blancos y la minoría negra llega a su clímax

El color de la piel parece ser un factor determinante en el progreso del estadounidense promedio: las minorías de inmigrantes sumidas en la pobreza tienen menos probabilidades de alcanzar el éxito frente a la población blanca.

Según un análisis de datos del censo federal, en tan solo un cuarto de siglo la brecha del capital entre los blancos y las minorías ha llegado a su mayor nivel: los blancos poseen una riqueza acumulada veinte veces superior a la de los afroamericanos o hispanos.

"Mira cómo viven ellos y mira cómo vivimos nosotros, pasamos trabajando todos los días cuando ellos lo tienen todo hecho", expresó el joven desempleado Tamario Tornbull. "Para ellos es fácil encontrar trabajo, nosotros nos tenemos que conformar con el salario mínimo, es básicamente esclavitud", agregó.

Las poblaciones no blancas han quedado rezagadas en la escala económica. Muchos latinos vieron sus sueños esfumarse ante sus ojos. Mientras que entre la población de raza blanca el desempleo se encuentra en el 7,6%, entre los afroamericanos ese indicador es dos veces mayor.

En gran parte, la pérdida de dinero en el país se debió al descalabro del mercado inmobiliario. Sin embargo, aquellos que tenían inversiones más variadas sufrieron menos, una vez más, los blancos del país. Las acciones en la bolsa todavía juegan un papel importante en el bienestar económico de los hogares blancos.

"Esto viene de antes, no de ahora, nosotros siempre hemos tenido más oportunidades por nuestras familias, por el ambiente que nos rodea", comentó Elisa Tealskyy, adolescente blanca.

Si antes las minorías de color soñaban con lujos, en el presente la necesidad que las apremia es cumplir con las cuentas y poner el pan sobre la mesa. Y la tierra de las oportunidades, como muchos llaman a Estados Unidos, cada vez se aleja más de este pseudónimo.