Derechos humanos en Guatemala rinden examen ante la ONU
La Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos, Navy Pillay, ha iniciado una visita oficial a Guatemala para abordar la situación de la seguridad, la justicia y los derechos de los ciudadanos. La funcionaria ha realizado su primera entrevista con los líderes de la sociedad y diferentes partidos locales.
Se prevé que durante su gira realizará también reuniones con el presidente, Otto Pérez Molina, otros funcionarios del Gobierno, representantes de comunidades indígenas y organizaciones humanitarias. En Guatemala se produjo en la década de los cuarenta uno de los ejemplos de violación de derechos humanos considerados más indignantes, los conocidos experimentos con humanos patrocinados y ejecutados por EE. UU.
Durante las investigaciones, los médicos infectaban a ciudadanos guatemaltecos con varias enfermedades venéreas para comprobar la efectividad de nuevos fármacos. Algunos expertos opinan que Washington trata de encubrir a los responsables de este caso, que causó centenares de víctimas.
Los contagios deliberados fueron reconocidos por el propio presidente estadounidense, Barack Obama, en 2010 cuando admitió que entre 1946 y 1948 funcionarios que trabajaban en Guatemala para el Servicio de Salud Pública norteamericano hicieron pruebas con unas 5.100 personas, a las que no se les informó de los experimentos.
Como resultado de las pruebas, cuyo objetivo era averiguar si la penicilina podría ser usada para prevenir enfermedades de transmisión sexual, fallecieron al menos 83 personas.
El analista del Centro de Estudios de Guatemala Sandino Asturias opina que los experimentos realizados por el Gobierno de los EE. UU. en Guatemala son "una tragedia que vivió el país en los años cuarenta".
Al comentar las razones por las cuales no se ha hecho justicia en este caso de violación de los derechos humanos, el analista explica que "en primer lugar los culpables ya fallecieron", ya que estos eventos tuvieron lugar hace más de 60 años. Asturias también asegura que "no ha habido una voluntad política suficiente para pedirle al Gobierno de EE. UU. unas medidas más drásticas" para encontrar a los responsables.
Hoy en día se encuentran en proceso varias demandas impuestas por las víctimas de dichos experimentos, quienes esperan que se haga justicia.