El golpe de Estado en Malí es consecuencia del conflicto libio
El golpe de Estado que tuvo lugar el jueves en Malí, una nación de África Occidental, es una consecuencia de la guerra en Libia, señaló el viceministro de Exteriores ruso, Mijaíl Bogdánov.
Durante el conflicto libio se trasladaron numerosos grupos de paramilitares a las regiones del norte y del noreste de Malí, así como grandes cantidades de armas. Estos hechos ayudaron a diferentes agrupaciones separatistas de Malí, según el diplomático.
En el norte del país operan grupos armados de la etnia tuareg que buscan la independencia de una parte de Malí. Precisamente el "clima de inseguridad en el país" y la "incapacidad del régimen para combatir el terrorismo" obligaron a los militares a tomar las riendas de la situación y destituir al presidente del país, según un portavoz de los sublevados.
Los militares amotinados afirmaron que habían tomado el palacio presidencial y cerraron el espacio aéreo y terrestre. En un mensaje difundido a través de la televisión nacional anunciaron la disolución de todas las instituciones del Estado, la suspensión de la Constitución y se decretó el toque de queda en la nación. Asimismo los golpistas informaron que el presidente se encuentra bien y en un lugar seguro.
Varios expertos coinciden en que la caída del régimen de Gaddafi se ha convertido en una fuente de inestabilidad en la región. Así, el analista político Basem Tajeldine señala que “la agresión contra el pueblo libio ha despertado un polvorín”.
La comunidad internacional condenó el golpe de Estado en Malí. El secretario general de la ONU llamó a los líderes del levantamiento militar a restablecer la vigencia de la Carta Magna. Asimismo instó a abstenerse de emprender acciones que puedan aumentar la escala de la violencia.