Romney: Ni Irán, ni Corea del Norte… Rusia es el adversario número uno de EE. UU.
El favorito republicano para la Presidencia de EE. UU. de 2012, Mitt Romney, no tardó en criticar las declaraciones casuales de Barack Obama sobre su futura posición flexible para las negociaciones con Rusia. Romney compuso su propia lista de 'países malos' y apuntó a Rusia como el adversario número uno de EE. UU.
La reacción del ex gobernador de Massachussets llegó horas después de que el mandatario de EE. UU. dijera al presidente ruso, Dmitri Medvédev, sin darse cuenta de que el micrófono estaba abierto, que tendrá "más flexibilidad" sobre el polémico sistema antimisiles en Europa, un tema que preocupa mucho a Moscú, si es reelecto en los comicios de noviembre.
Esa declaración de un tema de seguridad nacional es algo "terriblemente incorrecto", aseguró Romney en una entrevista. El candidato calificó la idea de su principal rival de "alarmante" y acusó a Rusia de "continuar apoyando a Siria" y a Irán al impedir imponer las sanciones que Washington pretendía contra la república islámica.
Personajes y actores malos
El aspirante concluyó que Rusia "no es un personaje amistoso en la escena mundial" y que "está en la misma línea de los peores actores mundiales", como Corea del Norte, el presidente sirio Bashar al Assad o "la principal amenaza para el mundo", el Irán nuclear. El republicano continuó con que la parte rusa siempre impide los planes de Washington que trata de parar a tales "actores" en la ONU.
"Es siempre Rusia, típicamente con China de su parte", agregó Romney y calificó a Rusia de "adversario geopolítico número uno" de EE. UU. Como conclusión el candidato republicano no olvidó puntualizar el comportamiento desapropiado de Obama, diciendo que "es muy alarmante" que el mandatario "planee hacer algo que no quiere decir a los americanos".
Así, uno de los mayores rasgos negativos de Rusia, según Romney, es asociarse con aliados irregulares y poner obstáculos en la vía de Washington que quiere imponer restricciones, como en el caso de la exigida dimisión del presidente sirio Assad o el final del programa nuclear iraní, que privará a su pueblo de energía atómica.