El fantasma anti-Kremlin de la Guerra Fría vive en los discursos republicanos de EE. UU.
En vísperas de las elecciones presidenciales de noviembre en EE. UU., las miras de los candidatos republicanos a la Presidencia del país se centran en el Kremlin: igual que en los años cincuenta, cuando la Guerra Fría estaba en pleno desarrollo, lo perciben como una gran amenaza.
Prácticamente todos los aspirantes republicanos a la Presidencia estadounidense compiten con severidad y dureza en sus posturas, cuyas estrategias prometen todos los 'males' del mundo a los posibles contrincantes del país norteamericano. En la lista ya aparecen China, Irán y Siria.
Así, Rick Santorum "quisiera comenzar una guerra contra China" y no excluye que podría haber una acción militar en Irán, ya que "es inaceptable que Irán disponga de armas nucleares".
"Rusia es nuestro enemigo geopolítico número uno", asegura Romney.
Sin embargo, según muchos expertos, no hay evidencia de ningún apoyo popular a la hostilidad hacia Rusia y esta idea de que Moscú puede representar una preocupación para Estados Unidos no es actual y podría contar con el apoyo de una cantidad muy pequeña de personas.
Preguntado sobre los comentarios de Mitt Romney respecto a Rusia, el presidente Dmitri Medvédev lo previno de revivir los remotos estereotipos hollywoodenses y le invitó a echar un vistazo al calendario. "Les recomendaría a todos los aspirantes al puesto de presidente de Estados Unidos, incluido Mitt Romney, al menos dos cosas. Cuando expresen su posición, hacer uso de argumentos razonables. Y también estar pendientes del reloj. Estamos en el 2012 y no a mediados de los setenta", expresó el líder ruso.
Según la mayoría de los pronósticos, es probable que Mitt Romney gane la postulación republicana y los estadounidenses tengan que elegir entre él y el actual líder Barack Obama. Pero más que a su mandatario, los ciudadanos del país norteamericano tendrán que elegir el mundo en el que quieren vivir. Y si este estará lleno de colaboración o de supuestas amenazas y enemigos.